Ayudas a la ciencia
Sólo la ciencia nos sacará de esta pandemia en la que la presidencia de Trump ha sido como una piedra en el zapato para la comunidad científica: la opinión de Carles Francino
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Madrid
Kamala Harris, la flamante futura vicepresidenta, y ya veremos si con el tiempo Presidenta de Estados Unidos, dijo el otro día, cuando se confirmó la victoria de Biden sobre Trump, que su país había elegido la esperanza, la unidad, la verdad y la ciencia. Y lo cierto es que esta última reivindicación resulta absolutamente necesaria, no sólo por la pandemia que nos azota y de la que sólo la ciencia nos sacará, sino porque la presidencia de Trump ha sido como una piedra en el zapato para la comunidad científica.
Hoy se celebra el día mundial de la ciencia para la paz y el desarrollo, que son dos añadidos muy importantes. Porque esa ciencia no es la de unos tipos raros encerrados en un laboratorio, estudiando cosas incomprensibles o tramando cómo ganar una guerra. La ciencia para la paz y el desarrollo la forman personas y proyectos que intentan conseguir un mundo más armonioso, más justo y más sostenible. Pero esas personas, ya sean químicos, biólogos, ingenieros, profesores…necesitan ayuda para desarrollar su trabajo. Porque sin esa ayuda, por ejemplo, no estaríamos celebrando la inminente llegada de la primera vacuna contra el covid.
Bueno, pues hoy vamos a conocer varios proyectos de esos de ciencia para la paz y el desarrollo, impulsados por las becas Leonardo que otorga la fundación BBVA. Estas becas son especiales porque cubren un hueco; tratan de proteger un momento crítico de cualquier investigador, que es el punto intermedio de su carrera, entre los 30 y los 45 años. O sea, cuando ya se es demasiado mayor para obtener becas formativas, pero tampoco senior consolidado como para aspirar a la financiación de grandes proyectos. Resumiendo: un ejemplo de libro de cómo, además de la inversión pública, el músculo civil de un país puede -y yo diría que debe- ayudar también a construir el futuro.