Pantera rosa: una palabra tuya bastará para sanarme
"Ver la tele iba a convertirse en una forma de rebeldía porque así se construía un mundo mejor"
!["La pantera rosa: Una palabra tuya bastará para sanarme", por Javier Pérez Andújar](https://cadenaser.com/resizer/v2/KGAKIL4WYRLDZFVV3WGCOFJOE4.jpg?auth=43d95c2c767c9609b6cdabedb6b710ee239d0b369079c0dfc05a1a34b32cc61a&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
"La pantera rosa: Una palabra tuya bastará para sanarme", por Javier Pérez Andújar
02:23
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
El otro día se cumplieron cincuenta y un años del estreno del Show de la Pantera Rosa. Menudos dibujos. Y vaya cochazo. Y qué canción de cabecera. Yo prefería esa canción a la otra música. Es verdad que las historias de la Pantera Rosa tampoco tenían letra, como la música de Mancini, y que la pantera se paseaba por un mundo ajeno y absurdo lo mismo que un saxofón que retumba en el vacío. Pero la canción que sonaba al principio irrumpía como un puñetazo. Traía el grito de sublevación del sábado por la mañana. Como el A vivir, pero comiendo membrillo de tres colores, que era lo más parecido que teníamos a la bandera republicana. Ver la tele iba a convertirse en una forma de rebeldía porque así se construía un mundo mejor. Yo no sabía entonces de qué hablaba la letra, y sin embargo distinguía las palabras Pink Panther. Bastaba con repetirlas para comprender la canción entera. Más que un estribillo, eran una invocación. Qué razón tenía el centurión, el de la Biblia, no el de Astérix, cuando dijo: una palabra tuya bastará para sanarme. Todo libro es un exceso, un festival de egolatría. A la hora de la verdad, lo que va a quedar de lo leído no pasa de un puñado palabras. De la segunda guerra mundial, a los ingleses sólo les quedan tres: sangre, sudor y lágrimas. Sobre la y griega hablaremos en el tema de los refugiados.