Virus del sistema

Madrid

No hace falta que un virus venido de la otra punta del mundo nos recuerde lo vulnerables que somos… que somos sobre todo ante el sistema. Porque los virus nacen, crecen y mueren a su bola; y a veces dan mucha guerra, es verdad. Pero el sistema -sea lo que sea eso- lo hemos construido nosotros. O nos lo han construido. Y nosotros topamos a veces contra él como quien se da cabezazos contra la pared. Es un combate absolutamente desigual.

Dos ejemplos. En Lalín, en Pontevedra, ha muerto un hombre, no por el coronavirus sino porque la ambulancia que tenía que socorrerle tardó demasiado; y no es la primera vez que ocurre en esa misma comarca.

Y en Castellón. Ahí el sistema toma forma de banco. Este es el caso de un albañil, hace 14 años le toca un pastizal en la lotería, seis millones de euro, seis, ¡una barbaridad! Hacienda se lleva un buen pico, pero el resto lo lleva al banco pensando que eran depósitos a plazo fijo. Pues no: parece que se los colocaron en productos tóxicos de alto riesgo y lo ha perdido todo. Este hombre le ha ganado ya dos juicios al banco, pero hoy ha comenzado el tercero.

Moraleja: si queremos asustarnos, cabrearnos, si queremos reivindicar algo, protestar… no necesitamos virus nuevos. Aquí ya tenemos unos cuantos en el sistema.