Historias de España
Madrid
Es una pena no podérselo preguntar a él porque hoy hace justamente treinta años que murió, pero Jaime Gil de Biedma, ¿defendería aquellos versos suyos que dicen: “de todas las historias de la historia/ la más triste sin duda es la de España/ porque termina mal”? ¿Tienen vigencia esas palabras? Hombre, visto el panorama habrá quien piense que sí, y desde luego no le faltarán razones.
No hay más que revisar un fragmento del programa ‘Todo es mentira’, de Risto Mejide, donde una mujer, simpatizante de VOX, le espetó a uno de los portavoces de ‘Teruel existe’, en plena calle y con un micrófono y una cámara delante, que “si hay que fusilaros, lo haremos”.
Eso ocurrió ayer, el mismo día que en el hemiciclo del Congreso volaban los insultos del tipo “traidor, vendido, antipatriota o anti-España”. Igual que en otros escenarios, -incluidos platós de televisión- se han lanzado a la cabeza los “franquista, fascista o nazi” con idéntica desenvoltura. Así que, ¿de qué nos extrañamos entonces?
Esto es como una olla a presión: si no le abres un poco la espita acaba reventando. Y, sin embargo -ya lo dije ayer y me reitero- a pesar de todo yo no renuncio a ser un pelín optimista. Básicamente porque cuando el tremendismo y la histeria llegan a un punto como el actual, con este lenguaje guerracivilista, lo más fácil es que quienes lo propagan queden en evidencia.
Ni España se va a romper, ni a vender por parcelas, ni los ministros de Podemos comerán niños para desayunar, ni ETA va a resucitar, ni nada de eso. Soy optimista porque al actor sobreactuado al final se le pilla, no te lo crees. Y porque no está escrito en ninguna parte, más allá de los versos de Gil de Biedma, que los españoles debamos resolver nuestras diferencias a guantazos.
Prefiero apelar a otra referencia literaria, la flamante ganadora de premio Nadal, y también poeta, Ana Merino: “Yo creo en la bondad. El mundo evoluciona por eso. Que empaticemos, que celebremos estar vivos. Eso es bondad. Y reivindico -dice Ana Merino- ese lugar que hace que las cosas sean mejores”. Pues yo también.