Las mejores canciones españolas de 2019
Seleccionamos los 20 mejores temas del año: rock, indie, electropop, rumba del siglo XXI...
Madrid
Elegir la mejor canción española del año no es tarea fácil. La redacción de Fuego y Chinchetas ha sido escenario de (muy) acolaradas discusiones. Todos coincidíamos en qué disco alberga el mejor tema de 2019, pero no en la elección del corte que tenía que ocupar el número 1. Una vez resuelto ese asunto, además, la discusión se se ha ido trasladando al resto de la lista, por lo que hemos tenido que debatir, pactar y consensuar... ¡casi 20 veces! Esperamos que este esfuerzo de jerarquización haya valido la pena y os sirva para descubrir nuevas canciones y también para poner en valor otras a las que, quizá, no le habíais dedicado la atención que merecen.
Después de cuatro años ya podemos decir que en la listas de Fuego y Chinchetas siempre predomina el pop independiente, pero con guiños a la música urbana y alguna que otra excentricidad. El podio de 2016 lo ocuparon León Benavente, Kase.O y Love Of Lesbian; el de 2017, Maria Arnal y Marcel Bagés, Rosalía y La Bien Querida; y el del año pasado, Carolina Durante, (otra vez) Rosalía y Triángulo de Triángulo de Amor Bizarro. Estás a punto de descubrir el de 2019...
20. Quién es la sombra (Selvática)
La canción no tiene grandes misterios: un riff de guitarra que te mantiene en vilo, frases cortas (inspiradas en el padre de la psicología analítica, Carl Jung)… y, eso sí, el viejo truco del arranca-para, lanzando y congelando —con precisión de cirujano— toda la artillería del rock garajero. A pesar de haber editado ya cuatro discos, los vigueses Selvática siguen siendo unos grandes desconocidos en el panorama independiente, pero este tema es un cañón y la experiencia de verles en directo para darlo todo, sobre todo cuando suena el órgano, ha de ser pura catarsis.
19. Casa encantada (Black Islands)
Si tienes nostalgia de grupos como Nudozurdo y Manos de Topo (ya extintos) puede que Black Islands sea tu terapia para superarlo. Mezclando el post-punk con una voz llorona, sobre todo en Casa encantada, han creado uno de los discos más completos del año. Un trallazo sonoro que se envuelve en letras nostálgicas como la de esta canción, donde Javier Adrover inmortaliza cómo retumbaba el silencio en la casa en la que creció con sus padres y hermanos. Solo quedan los recuerdos y "pueden ser recuerdos tan vivos que parecen hasta fantasmas", aseguraba en Fuego y Chinchetas cuando presentaban Patio de luces, su tercer trabajo. ¿Quién no ha paseado por delante de esos lugares que han sido importantes en lo personal y se ha parado a pensar quién disfrutará ahora de esas cuatro paredes?. Él, al menos, sabe que hay una familia holandesa que cuida de maravilla esa casa de Mallorca.
18. El final del amor eterno (La Casa Azul)
El último disco de La Casa Azul disfraza un puro drama amoroso con ritmos festivos y capas y capas de postproducción. Lo que consigue es que esa tragedia se multiplique y que sea cantable y bailable a partes iguales. El final del amor eterno abre el melón de si merece la pena el esfuerzo de seguir batallando por una relación arrollada por la rutina. Las dudas siempre inspiran las mejores canciones.
17. Milionària (Rosalía)
La de Rosalía es la única voz que se ha colado en todas las listas anuales de Fuego y Chinchetas. La conocimos junto a C. Tangana con Antes de morirme (2016), nos cautivó la pureza de Catalina (2017), nos rendimos ante la magia de Bagdad (2018) y este año hemos disfrutado de lo lindo con Milionària, una rumba catalana llevada a su terreno con la que ha vuelto a demostrar que, además de batir récords en el mainstream, sigue concediéndole importancia al riesgo creativo. La letra de la canción (con cuyo lanzamiento volvió a darnos una lección de márquetin), además, resume la lógica capitalista con tanto acierto como cel PAI de Bad Gyal o el Bebo champagne y lo tiro de Young Beef. La Rosalía lo tiene claro: Fucking Money Man!
16. Obsesionada (Novedades Carminha)
Novedades Carminha ha sido un soplo de aire fresco en el panorama nacional, a pesar de que su música tiene muchas referencias pasadas. Había muchas ganas de que juntaran todas sus canciones en un disco y, cuando lo publicaron, descubrimos que C. Tangana, Los Planetas y Camarón cabían él. Una de las nuevas canciones de ese trabajo que más nos gustó fue Obsesionada y seguramente todo se deba a una frase: “Solo te importa la unidad de España”.
15. ¿Qué? (La Bien Querida ft. Diego Ibáñez)
Llegó el embrujo de 2019. Ana Fernández-Villaverde a.k.a. La Bien Querida está a ese nivel en el que es imposible cansarse de ella. Y mira que ya lleva siete discos. En Brujería, La Bien Querida se adentra en un mundo oscuro, esotérico y del más allá al que a veces el amor loco te empuja. En su música sigue presente su delicadeza vocal y sonora, así como esas atmósferas de Los Planetas –Jota canta con ella en Domingo escarlata y La fuerza– pero también de The Cure y New Order. Solo tenéis que escuchar el principio de ¿Qué?. Un track en el que se apoya en Diego Ibáñez, cantante de Carolina Durante, para explicar lo difícil que es pillar las indirectas en un amor inmaduro: "Lo que es real y lo que me he inventado yo / lo que he soñado, lo que ha pasado / lo que es posible y lo que no". Alertamos de que si escuchas el disco puede que entres en un hechizante bucle difícil de anular.
14. No sabes mentir (Cupido)
El AutoTune reina en el trap desde hace un tiempo, pero ha sido en esta temporada cuando su presencia ha llegado al pop con tanta furia (y aceptación) que dos bandas que han usado esta herramienta han creado temas dignos de estar en nuestra lista. Uno de ellos es Novedades Carminha, el otro, Cupido. Este último, liderado por el rapero Pimp Flaco y rodeado por el grupo Solo Astra, ha nacido y muerto (?) en un año –hace unos meses el propio vocalista anunciaba un "parón musical" cancelando así los conciertos que tenían programados–. Su frenesí y rapidez ha dado frescura al mundo pop que a veces se mantiene arcaico en el tridente guitarra-bajo-batería. Con Préstame un sentimiento, Cupido potencia las artes traperas con las letras y estribillos poperos. No sabes mentir o Autoestima son un claro reflejo de que otros caminos también son posibles.
13. Auuu (Pauline en La Playa)
Como se suele decir, uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde, así que tras seis años de ausencia discográfica, el regreso de Pauline En La Playa nos ha permitido saborear sus nuevas canciones con sensación de auténtico privilegio. El Salto está lleno de pequeñas historias cocinadas a fuego lento con sus ingredientes de siempre: ternura, inteligencia, cotidianeidad... Pero Auuu tiene algo especial. Una historia de empoderamiento femenino que se apoya en elementos del cuento de Los tres cerditos y con un estribillo que es imposible no corear.
12. Lo que te mereces (Viva Suecia)
Lo que te mereces fue el primer adelanto del último disco de Viva Suecia, El Milagro, y no pudo estar mejor elegido. Es la gran canción del álbum y lo es porque es pura justicia (no divina). Dicen que “vamos a tener con suerte lo que hayamos decidido” y ellos han decidido triunfar en la música y lo están consiguiendo. Abruma escuchar al público en sus conciertos gritar “¡Qué le vamos a hacer!” después de verse reconocidos en cada frase de la canción. Merecen todo lo bueno que les pase.
11. Barrionalistas (Los Chikos del Maíz)
Los Chikos Del Maíz anunciaron su regreso antes del verano con un par de temas que, incomprensiblmente, al final han dejado fuera de su celebrado Comanchería. Uno de ellos, Barrionalistas, pone el foco en los detalles que marcan el día a día de la clase trabajadora: precariedad laboral, violencia machista, homofobia, modas sin sentido, consumismo, racismo en los colegios, adicción a las apuestas... Rap político del bueno, pero sobre una base melódica muy Radiohead (obra de Richie la Nuit) que, además, cuenta con unos majestuosos arreglos orquestales.
10. Joder, no sé (Carolina Durante)
Si 2018 fue el año del petardazo, 2019 es el de la confirmación. Pocos ascensos tan meteóricos como el de Carolina Durante, que en dos años han pasado de tocar en la Sala Juglar a llenar dos días seguidos La Riviera, y ahora apuntan al Palacio de los Deportes en 2020. Con una energía recalcitrante, se han convertido en la voz de todos esos veinteañeros y treinteañeros (recordemos que los 30 son los nuevos 20) que no encontraban un referente musical que curase todos los puñales que reciben por la espalda cuando no cumplen las expectativas para las que, como si de robots se tratase, fueron programados. Un grito de una generación –vacía, como cantan en su último sencillo, No tan jóvenes– que se quiere deshacer de esas altísimas expectativas con las que los mayores les señalan con el dedo a modo de desprecio. Joder, no sé es la piedra angular del mensaje de Carolina Durante. Una banda que es mucho más que Cayetano, y así lo demuestra con su disco debut.
9. Las ventanas se encienden (Mucho)
Lo llevamos avisando bastante tiempo: ¿Hay alguien en casa? es uno de los mejores discos del año y prueba de ello es que ha conseguido superar ese desinfle (u olvido) que sufren estos trabajos que salen a principio de curso. Martí Perarnau IV ha creado este disco para entrar en trance, y lo consigue en una rave –Mucho Noir Club– que ha ido cogiendo forma en sus directos donde Perarnau se atrinchera detrás de un biombo mientras suelta toda su ira musical que contiene una abrumadora crítica social, emocional y política. El mejor ejemplo es Las ventanas se encienden. Con un sonido que recuerda a Fleetwood Mac y con un arranque con tintes de The War On Drugs, Mucho se abre en canal en todos los sentidos: "Yo ya no puedo ver más embestidas a mi pueblo" (política), "hay quien necesita que las ventanas esta noche tengan las puertas abiertas" (social) y "toda mi vida ha sido una mentira" (emocional). El listón lírico es tan alto que la afilada Putochinomaricón se ha caído de la lista por ser un adelanto de 2018. "Nadie en España ha hecho un disco como lo hemos hecho nosotros", sacaba pecho en Fuego y Chinchetas.
8. Desde el parnaso (Juancho Marqués)
Juancho Marqués se supera en cada nuevo trabajo y en eso tienen mucho que ver las bases de Gabriel Fernández, cada vez más instrumentales, con más capas. Juntos siguen traspasando los límites del rap y del trap mezclándolo con electrónica, instrumentos de viento, reggaetón (como en Benicàssim, con Don Patricio) o flamenco (como en Quema, con María José Llergo). Uno de los rasgos más característicos de la personalidad de Marqués es su humildad, también en clara confrontación con el mundo del hip hop. “De la vida poco aprendí, solo que si mueres todo sigue igual sin ti”, dice en Desde el Parnaso, una canción que es, simplemente, adictiva.
7. Buen viaje (Anni B Sweet)
Después de tres discos en inglés y cuatro años de silencio discográfico, la malagueña Ana López parece haber dado con la tecla. En su Universo por estrenar no solo vuelve a hacer gala de grandes dotes como compositora sino que, a base de saldar cuentas con el pasado, se revela como una letrista de lo más interesante. Su deje folkie ha evolucionado hacia la psicodelia y, si encima mezcla todo eso con unos cuantos estribillos premium, músicos de Rufus T. Firefly o Lori Meyers y la mano de James Bagshaw (Temples) en la producción, el resultado es una maravilla intergaláctica. Buen viaje es, sin duda, lo mejor que ha hecho hasta ahora.
6. Capri (Bifannah)
Lo que hacen los gallegos Bifannah —que sí, cantan en portugués—puede recordar al pop sesentero de Los Brincos, al rock tropicalista de Os Mutantes o, en general, a cualquier propuesta de psicodelia vintage rica en teclados. Pero Capri tiene algo especial. La nota de prensa de Danças Líquidas habla de "una pastilla de MDMA con la cara de Aldous Huxley" y no va desencaminada porque con el primer rasgueo de guitarra ya empiezan a dibujar un estado mental muy similar al que podría sentir un hippie de finales de los 60 en pleno momentazo del guateque... y te mantienen ahí durante cais cuatro minutos. Si eso no es magia, ¿qué lo es?
5. Arroz con cosas (Camellos)
Su carta de presentación, Embajadores, hizo ruido allá por 2017, pero no ha sido hasta este curso cuando Camellos ha pegado el estirón y se ha hecho grande en el circuito nacional. El cuarteto afincado en Madrid ha estado cociendo su segundo disco, Calle para siempre, durante gran parte del año, pero no nos han querido dejar hambrientos en la cena de Navidad y este último mes lo han emplatado como si la banda participase en el televisivo concurso de Masterchef. Todo en su punto: la exigencia sonora a la que les obligaría Jordi Cruz y las letras sin pelos en la lengua dignas del mismísimo Pepe Rodríguez. Los comensales no solo se han comido con los ojos este segundo trabajo sino que también se han devorado (literal) este Arroz con cosas. Y de beber, agua de Madrid. Si las frases "vamos a dejar tu piso como el edificio Windsor" o "yo a tu edad, tenía tu edad" te levantan del asiento y te embrujan tanto como para meterte en un pogo… ¡espérate a escuchar el disco!
4. Formigues (Manel)
Lejos de acomodarse en el ukelele y conformarse con la exitosa fórmula de Al mar!, Manel lleva tiempo optando por complicarse la vida y no dejar de experimentar. Un camino arriesgado con el que, por el momento, no se han estrellado. ¡Al contrario! Su último disco, Per la bona gent, contiene auténticas joyitas con samples de clásicos del pop en catalán y también, como en este caso, fragmentos de un poema que Jacint Verdaguer. El resultado es pura modernidad porque Formigues son dos canciones en una y, a la vez, una enigmática metáfora de raíz costumbrista. Nunca una plaga de hormigas había recordado tanto a MGMT.
3. Una persona sospechosa (Los Punsetes)
La melodía repetitiva de Una persona sospechosa se te mete hasta el higadillo y hace que te den ganas de correr un maratón al mismo tiempo. La letra es puro espíritu de Los Punsetes, que siguen tan creativos 15 años después de su formación. Es fuente de inspiración para jugar al ‘Yo nunca’ y señalar a la persona que no es de fiar del grupo. Una canción divertida y crítica al mismo tiempo que se va a bailar y corear en sus conciertos como el gran hit que es. Porque esta banda tiene muchos hits, como ellos mismos nos contaron.
2. Kitt y los coches del pasado (Ladilla Rusa)
Ladilla Rusa ha conseguido representar a la España más mamarracha con el pelotazo KITT y los coches del pasado. No hay un solo indie –y no tan indie– que haya bailado este tema durante todo el verano. Y si lo hay… que nos explique dónde se ha escondido porque no ha parado de sonar por toda la península como una verbena itinerante. "Estamos triunfando como Los Chichos", decían a su paso por Fuego y Chinchetas antes de saber las hordas de fans que tendría José María (o Mariví) unos días después. Con su especial desparpajo, este dúo catalán canta una de esas historias que se contarían en los pueblos de la España cañí donde un hombre obsesionado con el coche fantástico oculta una doble vida. Digna de una película protagonizada por el oscarizado Matthew McConaughey. Un chisme, que dirían en el argot cineasta, para toda la familia: puretas, los de “yo escucho de todo” y los indies mainstream. Hay quorum.
1. Como la piedra que flota (León Benavente)
León Benavente firma uno de los discos del año y eso ha hecho muy complicada la elección de la canción que debía ocupar este primer puesto de la lista de lo mejor de 2019 para Fuego y Chinchetas. Finalmente ha ganado Como la piedra que flota porque es el tema más redondo del mundo. Musicalmente, sus cambios de ritmos fluyen de un lado a otro, tambaleando, pero de forma suave. El sonido envuelve una letra que agita y resume muy bien el mensaje del disco en general: los años hacen que seamos "ceniza después del incendio", pero "vamos a aprovechar las horas que nos queden hasta la muerte y bailar con todas las fuerzas". Ya tenemos propósito para 2020 y una nueva ubicación para su mapa: la playa de Barra.