Censura que algo queda
Madrid
No sé si les pasa a ustedes, pero a mí la palabra censura me ha generado siempre un enorme desasosiego. Que alguien decida por ti sobre lo que puedes ver, leer o escuchar sin preguntarte antes me parece muy grave; y muy humillante también. Y lo que ha decidido hacer la BBC con Michael Jackson creo que apunta en esa dirección, que huele directamente a censura. La radio de la BBC -que recordemos es una emisora pública- ha dejado de poner sus canciones, ya no se podrá escuchar su música –al menos hasta nuevo aviso- porque se acaba de estrenar un documental donde se retrata a Jackson como un abusador de niños, como un depredador sexual, una etiqueta que por cierto ya le acompañó en vida.
Ese documental, que podrá verse en España, en Movistar Plus, este próximo fin de semana incluye testimonios de algunas de sus presuntas víctimas y la verdad es que la imagen del que está considerado como rey del pop, queda por los suelos. De hecho, la familia ha puesto el grito en el cielo y ya ha presentado una demanda multimillonaria contra HBO. Pero a mí lo que me choca –y lo que, sinceramente, me chirría- es que aguien decida prohibir, o censurar, o boicotear su música. Porque esa música es una obra, es una creación artística que ya existe al margen de la catadura moral de su autor. Como se dan casos parecidos en el cine, en el arte o en la literatura... porque no está reñido tener talento con ser un cabrón con pintas.
Pero yo me pregunto, ¿el mundo será mejor sin la música de Michael Jackson o sin las películas de Polanski, los cuadros de Caravaggio o los libros –el libro en este caso- de Salinger? Para mi la respuesta está bastante clara, pero ya veo que no todo el mundo piensa igual y que la moda de prohibir por tierra, mar y aire continúa ganando terreno.