Envidia de Suecia
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undefinedVÍDEO: ROBERTO CUADRADO
Madrid
Era solo un trámite pero ya está hecho. El presidente del gobierno ha firmado hoy el decreto para disolver las cortes y convocar elecciones el 28 de abril, con la sorpresa o semi sorpresa añadida de que ese día también habrá elecciones autonómicas en la Comunitat Valenciana.
No hace falta que recordemos lo que nos espera en las próximas semanas: una escalada de decibelios que ya veremos cuánto y de qué manera podremos soportar, porque el griterío general ya es muy intenso. Pero, bueno, de todo eso no se preocupen que tendrán cumplida y puntual información.
No, esta tarde lo que quiero recomendarles es una incursión por otro escenario muy distinto, que nos puede parecer casi marciano: un país donde los parlamentarios no pueden contratar asesores, donde la flota de coches oficiales es de tres vehículos, donde los diputados y diputadas no tienen inmunidad, residen en apartamentos modestos pero si viene la mujer o el marido tienen que pagar la mitad del alquiler, etc y algo, para mí, mucho más importante aún: el sueldo de un parlamentario, que son unos 4.000 euros netos al mes supone la mitad o algo menos de la mitad de lo que cobra ¡¡¡un maestro de primaria!!! Yo creo que ahí está el hecho diferencial: no sólo en el estatus de los políticos, sino básicamente en el de los profesores. Ese país es Suecia.
Y ya sé que no es el paraíso porque hay problemas como en todas partes, pero a mí en eso concretamente me da mucha envidia. Porque en España hizo fortuna durante el siglo XIX y el siglo xx también aquel proverbio de “pasas más hambre que un maestro de escuela”. Y creo que el fondo de la frase, por desgracia, sigue vigente. Y así nos va.