¿Habrá castigo de los ciudadanos?

Madrid

Acertada, muy acertada la decisión del Supremo de retransmitir el juicio en directo. Un gesto, abrir ventanas, que de puro simple apenas si somos capaces de valorar su trascendencia. Ahí les tienen ustedes. Ahí les ven y ahí les oyen, a acusados y acusadores, y pueden apreciar, en vivo y sin tergiversaciones de intermediarios falaces, la calidad y fuerza de sus argumentos. Un lujo para la democracia, un privilegio para los ciudadanos.

Con todo, permitirán al Ojo que deje los detalles del día a los cronistas, para contarles que a poco de comenzar se le han revuelto los higadillos cuando ha levantado la vista del televisor y ha pulsado la tecla de las dos flechas para avanzar hacia el futuro. ¿Son conscientes los doce procesados que se sientan en el banquillo, más los siete huidos, con Puigdemont al frente, del daño enorme, gigantesco, que han causado a la convivencia en Cataluña y en toda España? Pero nunca nos olvidemos de incluir entre los culpables a quienes desde un primer momento se negaron al diálogo y a la búsqueda de soluciones políticas, y no contentos con ello, aún siembran el camino de trampas indignas, mentiras despreciables e insultos bochornosos a quienes lo intentan.

Ojalá los ciudadanos sean capaces, de aquí a pocos meses, de pagar, con su desprecio en las urnas, a quienes nos han amargado la vida.