Menos Europa, más débil Europa
Cuando Europa cada vez es menos Europa, con unos cuantos zánganos húngaros, polacos o italianos intentando romper los principios democráticos que deberían regirnos, es una mala noticia que se desgajen las poderosas islas.

Menos Europa, más débil Europa
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Quienes hemos cumplido un abultado saco de años, tal que este vetusto Ojo, recordamos muy bien qué significó para una mayoría abrumadora de españoles la entrada en la comunidad europea. Felipe González firmó la adhesión de España a la Unión el 12 de junio de 1985, en un acto en el Palacio Real revestido de una gran solemnidad, y el 1 de enero de 1986, entraba en vigor el Tratado de Adhesión que nos convertía en miembro de pleno derecho de las entonces denominadas “Comunidades Europeas”. Club selectísimo –solo tenía entonces doce miembros, con la incorporación de España y Portugal- representaba para España alcanzar un largo sueño, estar en Europa, se decía entonces, que la absoluta falta de libertades de la dictadura franquista había hecho imposible.
Más información
Quizá por esa ilusión que se instaló en todos nosotros, ver cómo se aleja uno de sus principales miembros, el Reino Unido, causa un cierto desgarro. Porque el Brexit, además, será largo, feo y caro para todos, que algo nos tocará perder. Así que cuando Europa cada vez es menos Europa, con unos cuantos zánganos húngaros, polacos o italianos intentando romper los principios democráticos que deberían regirnos, tocada la ciudadanía por una gestión pésima de la inmigración y los muchos sufrimientos causados por el fanatismo de la austeridad, es una mala noticia que se desgajen las poderosas islas. Somos, ahora, más débiles.