Tic-tac, tic-tac

Madrid

Se acerca la hora de la verdad. Tras la moción de censura, el impacto del cambio de Gobierno, el descoloque general de todos los partidos durante este verano, las zancadillas y el ruido, ya hay algo concreto, medible, sobre la mesa: un proyecto de presupuestos, fruto de un pacto entre dos partidos, para analizar, para criticar o para apoyar. Política normal y corriente.

Ni es un proyecto revolucionario, ni incumple las reglas europeas. Eso sí, intenta taponar vías de agua que han hecho crecer la desigualdad en España hasta situarnos los cuartos en toda Europa solo por detrás de Rumanía, Lituania y Bulgaria. Y ahora toca ya que cada cual le explique a los españoles qué medidas apoya y cuáles no y por qué. Cuál es su alternativa concreta para intentar restaurar en cada casa lo perdido durante la crisis.

El PNV se inclina por el sí. Lo decía con claridad su presidente Andoni Ortuzar en ‘La Ventana’, aquí en la SER: “Fácil será, gratis no”. Nos cuentan que Bruselas matizará algunas cosas del presupuesto pero que avalará el proyecto Sánchez-Iglesias. Pablo Casado se va mañana a Bruselas a decir que ojito, ojito, que somos como Italia. Es decir, a generar, en definitiva, alarma sobre España. Y en el otro extremo, los partidos independentistas catalanes plantean un dilema imposible para cualquier gobierno: cuentas por presos. Aunque con matices, éste: le preguntamos al portavoz del PDCat, Carles Campuzano, si él cree que la exigencia al Gobierno para apoyar un presupuesto puede ser que influya en la Fiscalía para modificar su petición en el proceso contra los dirigentes independentistas. Y respondía así: "No es hora de poner una condición de este tipo. Se trata que entender que con esta situación es difícil tener el debate político, el diálogo político normal". Es el portavoz del PDCAT ayer en este programa. ¿Cuántos diputados de Esquerra y del PDeCAT opinan también que no se puede plantear así? Se acerca la hora de la verdad para saberlo.