La España vacía se mueve
Nos topamos con un fenómeno que consiste en buscarse la vida, en inventar, en promover proyectos, y en definitiva, en no rendirse; poniendo en valor los activos de este territorio
Madrid
Hoy es el primer día de esta nueva temporada de radio en que abrimos La Ventana fuera de los estudios centrales de la Cadena SER. Les hablamos desde Calaceite, en Teruel, y quiero contarles porqué.
A todo el mundo le sonará aquella campaña reivindicativa del “Teruel existe”, por cierto el último video donde un tractor adelanta al tren es brutal; también les sonará la expresión –que se ha incorporado a nuestro vocabulario- de “la España vacía”. Bueno, pues detrás de esto, como detrás de las estadísticas, de los números o de los titulares, lo que hay, siempre, son personas; personas como las que nos acompañan hoy aquí, en el teatro “La Germandat” con un montón de proyectos vitales, de planes y de anhelos, como cualquier hijo de vecino, pero con la sensación –a veces- de ser un poco ciudadanos de segunda. Eso es así desde hace tiempo y lo que ha provocado –y sigue provocando- es una merma gradual de la población. Cada año se marchan miles de personas de algunas comarcas de Aragón, de Galicia, de Castilla y León… de hecho esta misma semana seis presidentes autonómicos se reunieron en Zaragoza y se conjuraron para reclamar más recursos, más dinero y más atención para frenar ese éxodo. Pero todo esto que les cuento es sólo una parte de la realidad, la parte, digamos, de reivindicación y de queja hacia fuera. Pero al mismo tiempo nos topamos con otro fenómeno –hacia dentro- igual menos conocido, que consiste en buscarse la vida, en inventar, en promover proyectos, en definitiva en no rendirse; poniendo en valor los activos de este territorio. De todo eso queremos hablar hoy en La Ventana, esa es la realidad que queremos transmitir a quien no la conozca. Y además con una reflexión añadida: la unidad de un país se puede defender con banderas, símbolos y proclamas; cada uno con lo suyo. Pero, ¿es compatible la unidad con la desigualdad? Y sobre todo, ¿es justo que suceda eso? Yo, sinceramente, creo que no.