Marina, una historia mágica
También podemos pensar en un milagro, pero la explicación es más terrenal, más sencilla: se llama sanidad pública
Madrid
¿Les gusta la magia? ¿Les hace gracia que algo aparezca y desaparezca sin saber cómo? ¿A que es divertida esa sensación de incredulidad, de sorpresa, cuando ocurre algo inesperado? Muy bien, cambiemos la pregunta, o la situación.
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Salvar la vida de un bebé, intuir por el color de la piel o por un latido irregular que hay algo que no funciona, sacarle el corazón, ponerlo en marcha, volvérselo a colocar, tener a la niña entubada, vigilada constantemente, celebrar cada mes que pasa como si fuera un año, cantarle una nana sin que sea tu hija, apoyar a los padres cuando se derrumba y al final conseguir que ese bebé, que esa niña, con cuatro meses esté ya en casa. ¿A eso le podemos llamar magia? Sí, podríamos.
También podemos pensar en un milagro, pero la explicación es más terrenal, más sencilla: se llama sanidad pública. Profesionales de la sanidad pública, de las mejores cosas que tenemos en este país. Hoy en ‘La Ventana’ les vamos a contar la historia de Marina.