El factor alemán
En Alemania glosar a Hitler o al nazismo es delito, directamente. Pero aquí ensalzar a Franco forma parte del paisaje
undefinedBea Polo
Madrid
Lo primero a esta hora es enviar un saludo especial a quienes nos escuchan disfrutando de una jornada festiva. Ya sea en el coche, comiendo la mona, en el campo, en la playa donde sea y cómo sea pero ahora mismo los oyentes de Euskadi, Navarra, Catalunya, Comunitat Valenciana y Baleares están de fiesta. Los del resto de España, no; para ellos también un saludo, como es lógico.
Pero lo más curioso es que a mí hoy –y creo no ser el único– lo que me pide el cuerpo es mirar hacia Alemania. Por dos motivos, que además guardan una cierta relación: porque mañana la justicia de ese país posiblemente decida qué hacer con Carles Puigdemont y porque Alemania ha bloqueado el Twitter de la Fundación Francisco Franco. Sí, así como suena: o sea, que el tuit que ayer colgaron en el 79 aniversario del fin de la Guerra Civil, que decía “celebramos una victoria tan justa como merecida” se puede leer tranquilamente en España, pero no en Alemania. Como dijo la periodista carme chaparro –también en twitter– “le podríamos preguntar a Alemania por cómo lo celebra la Fundación Hitler… ¡ay, calla!” calla porque es que allí no se puede; en Alemania glosar a Hitler o al nazismo es delito, directamente. Pero aquí ensalzar a Franco forma parte del paisaje.
Quizá por eso uno de los mantras más repetidos desde el independentismo catalán –con Puigdemont a la cabeza– es que el estado español les persigue por una pulsión franquista. Hombre, yo no lo creo, se les persigue por saltarse la ley y además me parece una falta de respeto a tanta gente que se partió la cara por combatir el franquismo. Otra cosa es que deba haber tantas personas en prisión preventiva, que yo creo personalmente que no.
Cadena Ser
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Pero a lo que iba: convendrán conmigo que a un alemán –sea o no sea juez– le tiene que chirriar un contraste tan acusado con la gestión de la memoria: en Alemania el nazismo es tabú, en España el franquismo es normal. Y si además ese juez –o quien sea– resulta que ha visto imágenes este fin de semana de cuatro ministros cantando a grito pelado el himno de la legión como en los mejores –peores– tiempos de franco, pues igual ya no le suena tan marciano el vínculo.
Resumiendo: acordémonos de la ley de Murphy: dice que todo lo que va mal, es susceptible de empeorar. Así que al loro.
