Juicio a la Justicia

Madrid

A veces los incendios más gordos podrían haberse evitado si alguien hubiera prestado atención a una pequeña columna de humo. A veces los incendios y los conflictos –en general- se van haciendo grandes e ingobernables porque nadie da soluciones a tiempo. Y, claro, si esto lo trasladamos al ámbito de la justicia, a un sector tan estratégico y tan fundamental para un estado de derecho, entonces es que tenemos ya un problema muy serio.

Es posible que alguien piense: “En casa de herrero, cuchillo de palo”, pero resulta que los jueces –y juezas- españoles, las cuatro asociaciones que existen están en pie de guerra contra el Consejo General del Poder Judicial, contra el Ministerio de Justicia y contra las comunidades autónomas. Vamos, tan en pie de guerra… ¡¡¡Qué les han denunciado!!! Sí, y el juicio tenía que celebrarse hoy en la audiencia nacional pero se aplaza hasta febrero porque la demanda ha sido ampliada.

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¿Y qué reclaman en esa demanda? Pues algo tan básico como regular su carga de trabajo a efectos de conciliación laboral y familiar. Las historias de juzgados saturados, retrasos, expedientes amontonados, jueces –y juezas- que no dan abasto, que se llevan un montón de papeles a casa, episodios de estrés, de ansiedad...están a la orden del día. Pero no ahora, hace un montón de tiempo.

No sé, pero a mi es una música que me suena demasiado familiar: Oficios que son decisivos para nuestro entramado civil, para nuestro tejido social….y que no son tratados como deberían. Me parece una injusticia –nunca mejor dicho- pero además un riesgo que no sé si podemos permitirnos.