La España discriminada
A ver si va a resultar que con tanto debate sobre soberanía, territorios y modelo de Estado nos olvidamos de lo básico, que es la igualdad. Y a eso no hay que llamarle sólo despoblación, sino directamente discriminación
Turista contempla un paisaje de montaña / Getty Images
Madrid
El fin de semana de San Juan, este fin de semana que está a punto de comenzar y que todos identificamos con la fiesta, con el fuego, con el verano y con las verbenas… marca también un fenómeno muy curioso. Por el fin del curso escolar y por el comienzo de las vacaciones, durante dos meses el mapa demográfico de España se altera con el éxodo de un montón de gente que abandona las grandes ciudades para marcharse a la costa, al campo o a la montaña; pero no nos engañemos, seguimos viviendo en un país dual, sin término medio: la España llena de las grandes ciudades, España apretujada en muchos casos; y la España vacía, a la que hoy nos asomamos desde 'La Ventana'.
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La opinión de Carles Francino (23/06/17) - La España discriminada
Les hablamos desde Huesca, donde se está celebrando precisamente un congreso sobre la despoblación, que es uno de los problemas más serios – pero seguramente más ignorados – que tenemos. Los datos generales ya los conocemos: seis millones de personas disponen del sesenta por ciento del territorio, cinco mil municipios tienen menos de mil habitantes, cuatro mil pueblos se encuentran en peligo de desaparecer…
Cadena Ser
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O sea que la radiografía está hecha; lo que se impone ahora es aplicar soluciones. Y olvidar esa idea tan irritante – y tan prepotente – de que los habitantes de esta España despoblada, con sus paisajes de ensueño para un fin de semana son una especie de artículo de consumo para la otra España, la urbanita. Hay que olvidar eso, pero recordar que la sanidad, la educación, el transporte, las comunicaciones, la red digital, los servicios… Todo eso forma parte del mismo catálogo de derechos ciudadanos.
A ver si va a resultar que con tanto debate sobre soberanía, territorios y modelo de estado nos olvidamos de lo básico, que es la igualdad. Y a eso no hay que llamarle sólo despoblación, sino directamente discriminación.
