Un cambio radical de opinión

Es posible que las condiciones del cupo negociado por el Gobierno de Mariano Rajoy y el Partido Nacionalista Vasco sean las mejores de la historia. A la espera de más detalles del acuerdo firmado, parece que el gobierno acepta no solo que es la administración central la que le debe dinero a la hacienda vasca, unos 1.400 millones de euros, en lugar de lo contrario, como venía manteniendo hasta ahora, sino que para el presente año, y para los próximos cinco, el cupo, es decir la aportación de la Hacienda Vasca en concepto de pago por servicios de la administración central se rebaja en unos 500 millones de euros adicionales. Como dijo ayer el consejero de Hacienda vasco, es un acuerdo “excelente para Euskadi”. Sin ninguna duda.

Es lógico que asi sea, porque el Partido Popular necesita desesperadamente los cinco escaños del PNV en el Congreso de los Diputados para lograr, al menos, un empate y sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, no hay este año sino durante toda la legislatura. Lo que se podría discutir es si la estrategia seguida por PP ha sido la más adecuada. Quizás un acuerdo de investidura desde el principio hubiera resultado mas equilibrado que esta negociación.

Sea como sea, para quien el acuerdo sobre el cupo vasco debe resultar una medicina difícil de tragar es para Ciudadanos, que siempre ha mantenido que ese cupo (ojo, el anterior, mucho más elevado) era ya injusto. Seguramente Albert Rivera tendrá que emplearse muy a fondo para explicar a sus electores los porqués de ese cambio tan radical de opinión