Mundo rico, mundo pobre

Madrid

Dice Mario Vargas Llosa –y es una teoría que defiende desde hace tiempo- que lo importante no es luchar contra la riqueza, sino contra la pobreza. Esta es una reflexión a propósito de la desigualdad y un intento para no demonizar a los ricos por el simple hecho de serlo. Y se puede estar de acuerdo o no, pero se entiende perfectamente lo que quiere decir el Nobel.

Ampliar

Cerrar

Lo que pasa es que, claro, que Amancio Ortega, o Bill Gates, o quien sea acumule millones de euros mientras otros millones de personas, en este caso, malviven en la miseria...hombre, pues alguna relación debe tener. No es que los ricos roben directamente a los pobres –no digo eso- pero si el pastel es, digamos de 100; y 97 partes del pastel están en manos de unos pocos pues blanco y en botella: es el sistema lo que falla.

Y falla tanto, y es tan injusto, que a menudo nos topamos con datos tan lacerantes como el que desvela hoy Unicef: 250 millones de niños viven en situación de emergencia. ¿Que qué significa esto? Pues problemas de alimentación, de salud, de seguridad, de vivienda, de abandono, de educación...provocados sobre todo por guerras y catástrofes naturales. Y al tiempo que les contamos esto, ¿saben cuál es uno de los principales problemas de los menores en España? La obesidad. Un quince por ciento la padecen y otro diez por ciento está en la fase del sobrepeso.

Vamos a ver, es un problema muy serio, ¿eh?, ¡mucho!...pero es un problema de primer mundo. ¡Qué diferencia con aquellos otros lugares donde un vaso de agua, un trozo de pan, una vacuna o un dólar pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte! En fin, que estoy de acuerdo con Vargas Llosa: lo importante es combatir la pobreza, pero un pelín más de igualdad tampoco nos vendría mal.