La aluminosis del PP
La decisión del supremo de investigar a Rita Barberá por un posible blanqueo de capitales es la enésima grieta que aparece
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Madrid
Desconozco las leyes de la física que explican cómo de un día para otro se puede hundir un edificio aparentemente sólido; pero sí he conocido lo que es la aluminosis. No sé si lo recuerdan, se trata de un problema que sufrieron centenares de viviendas construidas en los años cincuenta con un tipo de cemento –el cemento aluminoso- que al cabo del tiempo, con la humedad, se volvía poroso y convertía las estructuras de hormigón en un castillo de naipes.
Hoy me viene a la memoria esta historia porque creo que es la mejor manera de definir el mal que aqueja al partido popular: el PP tiene aluminosis; desde hace tiempo…y esa aluminosis es la corrupción. La decisión del supremo de investigar a Rita Barberá por un posible blanqueo de capitales es la enésima grieta que aparece; sin embargo, hay tantas y de tantos tamaños que sus ocupantes –y también quienes miran desde fuera- parecen haberse acostumbrado. Pero si yo viviera en ese edificio estaría realmente preocupado, porque cualquier día se puede venir abajo. No es lo que dicen las encuestas, no es tampoco lo que ha ocurrido en las últimas convocatorias electorales; pero cuando un material es defectuoso su resistencia tampoco es infinita.
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Y la paciencia de los ciudadanos, tampoco. Tiempo al tiempo.