Policías y secuestradores

Madrid

¿Les ha pasado alguna vez por la cabeza lo que debieron sentir, lo que debieron pensar....pues no sé, José Antonio Ortega Lara, por ejemplo; o la farmacéutica de Olot, María Angels Feliu; o los periodistas españoles secuestrados en Siria? No es fácil imaginarlo; vamos, yo creo directamente que es imposible. Porque un secuestro.... "un secuestro va mucho más allá de la privación de libertad". Esta frase no es mía; es de un inspector de policía llamado Ramiro Sancho, que se ha convertido en una de las grandes estrellas de la novela negra. Bueno, pues hoy vamos a hablar en La Ventana de ambas cosas: de novela negra y de secuestros. Porque la última historia que publica César Pérez Gellida –"Sarna con gusto", se titula- cuenta precisamente eso: la historia de un secuestro y el terremoto que provoca a todos los niveles: el familiar, desde luego, el del entorno de la víctima, los amigos....el policial, por descontado, el mediático...y también una mirada sobre los delincuentes, incluido un mexicano que da más miedo que el granizo.

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Porque México, por si no lo saben, es uno de los países con mayor índice de secuestros de todo el mundo, unos tres mil al año; existe una auténtica industria de malhechores que no tienen muchos reparos en mutilar a la víctima para presionar en el pago del rescate, ni tampoco para asesinarla si llega el caso. En España, afortunadamente, no sufrimos esa lacra; se pueden producir unos veinte secuestros al año, muchos relacionados con el mundo de la droga, y además todos –o casi todos- se suelen resolver de manera satisfactoria. Pero en fin, lo dicho, que hoy vamos a internarnos en ese mundo, un mundo realmente especial: por el perfil de los delincuentes – porque hay que tener muy mala sangre para secuestrar a alguien-, por la pasta –especial también- de los policías que lo combaten y por los devastadores efectos que provoca en la víctima y sus allegados. A veces la ficción es el mejor camino para adentrarnos en realidades que desconocemos.