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LA OPINIÓN DE FRANCINO

'El Príncipe': Realidad y ficción

La tele sirve para apuntalar tópicos, pero también para desmontarlos. Y es ahí, en ese punto de equilibrio tan subjetivo, donde los creadores se internan en terreno peligroso.

La opinión de Francino | 'El Príncipe': Realidad y ficción

La opinión de Francino | 'El Príncipe': Realidad y ficción

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Madrid

No es frecuente que la realidad y la ficción se superpongan hasta extremos donde todo se confunda. No es frecuente, y además supone un riesgo para los creadores que pueden verse atrapados en una dinámica perversa; de si han edulcorado –o afeado- mucho o poco esa realidad, de si han hecho bien o mal en reflejarla... Algo de eso le ha ocurrido a uno de los grandes fenómenos televisivos de los últimos años en España, que es 'El Príncipe'. La serie termina esta noche con un éxito rotundo de audiencia, ha sido un gran producto televisivo de principio a fin, y además Tele 5 lo de la autopromoción lo aplica en plan estajanovista, así que esto ha funcionado como un cañón.

Pero el foco lo queremos poner esta tarde en esa superposición de planos que les comentaba: y es que 'El Príncipe' termina con bastantes cosas de la vida real que coinciden con lo que plantea la trama de la serie; sobre todo con una: un barrio marginal, un foco de miseria, de frustración, de tráfico de drogas, del que después pueden salir no sólo delincuentes comunes sino también terroristas. De hecho, uno de los creadores de la serie, Aitor Gabilondo, escribe hoy en 'El País' que El Príncipe es nuestro Mollenbeck particular, en alusión al barrio de Bruselas del que salieron los yihadistas que atentaron en París o en la propia capital belga. Y admite que tuvieron dudas sobre si había que cambiar o no algo de los últimos capítulos para que no pareciera todo tan real. Me parece una reflexión muy honesta; y también la respuesta que se dieron los propios guionistas: "no vamos a tocar nada; lo que debe cambiar es la realidad, y no la ficción". Y conste que en esa realidad – y también en la ficción de 'El Príncipe'- ni todos los musulmanes son terroristas, ni todos los vecinos son delincuentes....¡¡¡faltaría más!!!

La tele sirve para apuntalar tópicos, pero también para desmontarlos. Y es ahí, en ese punto de equilibrio tan subjetivo, donde los creadores se internan en terreno peligroso. Yo –personalmente- les felicito por asumir ese riesgo y por dejar que los espectadores –los ciudadanos- saquemos cada uno nuestras propias conclusiones.

 
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