¿Qué hemos hecho para merecer esto?

Madrid

A lo mejor hemos cometido algún pecado sin darnos cuenta. Igual les hemos ofendido y ahora se están cobrando la factura de su enojo. Quizá les disgustó tanto el resultado de las elecciones que nos lo quieren hacer pagar. Pero desde luego el último conflicto que ha desembarcado en la escena política, esa negativa del gobierno a rendir cuentas en el Congreso, el rechazo frontal a ser controlado por el Parlamento....eso ya es de traca. La imagen de esta mañana de silla vacía, cuando el ministro de Defensa no se ha presentado ante la comisión que le había citado, eso ya nos sitúa en un escenario aún más complicado del que ya teníamos: el del conflicto institucional, el de un choque entre el poder ejecutivo y el legislativo que posiblemente tenga que resolver el tercero en discordia, que es el poder judicial, o sea los tribunales, que ya sería el colmo.

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Menos mal que en estas últimas horas se ha abierto una pequeña ventana de cordura porque el propio presidente del Congreso, Patxi López, antes de acudir al Constitucional dice que va a hacer algún intento de arreglarlo por la vía del diálogo. Pero, vamos, las cosas han llegado ya a un punto que sólo puede generar frustración, cabreo y desconfianza; y lo peor es que ese sentimiento, aunque yo creo que en este caso es el gobierno quien ha roto la baraja, ese sentimiento corre el peligro de proyectarse sobre el conjunto de los políticos; y ese siempre es un discurso peligroso. Pero que resulta perfectamente legítimo, y muy comprensible además, preguntarse para qué carajo les hemos votado si son incapaces de ponerse de acuerdo en nada; ya no sólo en formar un gobierno, sino ni tan siquiera en que funcionen las instituciones. Así que igual hemos de cambiar el enfoque; tal vez la pregunta adecuada sea como el título de la peli de Almodóvar: ¿qué he hecho yo....en este caso en plural, qué hemos hecho nosotros para merecer esto?