Se busca plan de Gobierno coherente. No se admiten ocurrencias

Madrid

La verdad es que este Ojo desconoce cuáles son los ritos de apareamiento del aguilucho cenizo, por poner un ejemplo, pero así parece desarrollarse este cortejo nupcial que reúne a Rajoy con Sánchez y otros ejemplares del mismo mundo.

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Labor de seducción llamada al fracaso más estrepitoso, porque nadie va a querer ahorrar al aún presidente la ceremonia de gritarle un no con mayúsculas en primera vuelta. Justo merecimiento a estos cuatro años que han traído tanto dolor a la mayoría de los ciudadanos, si excluimos de la lista los amigos del PP beneficiarios de la amnistía fiscal. Tampoco conviene derrapar en las curvas como Pablo Iglesias, el líder de Podemos, que ahora nos dice que busquemos para presidirnos a alguien competente, o sea, no político, porque todos los que él conoce son unos modorros que para nada sirven. En cuanto a exministros, barones demediados y otros espontáneos, mejor dejen en paz a los que ahora mandan, que también tienen derecho a equivocarse, como antes lo hicieron ellos. En cualquier caso, no pierda nadie la paciencia, por favor, que solo estamos en los prolegómenos de los inicios de los comienzos de una guerra a la que todavía le queda mucha tralla.

Dejen de subastar ocurrencias y mientras se comen el turrón vayan pergeñando unos y otros un plan coherente y atractivo para sumar voluntades. Cuantas más, mejor.