La rara propuesta de Pablo Iglesias

Madrid

Pablo Iglesias hizo ayer una propuesta, digamos, imaginativa, aunque difícil de explicar. Quiere que el presidente del Gobierno sea “una figura independiente de prestigio”, algo realmente insólito justo después de haberse celebrado unas elecciones generales y de que hayan sido elegidos nada menos que 350 diputados.

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No hace falta recordar que las elecciones generales se celebran para elegir un presidente del Gobierno, con respaldo parlamentario. Es decir, se trata de un cargo absolutamente ejecutivo, no de representación y se supone que los cargos ejecutivos los desempeñan políticos, como el mismo señor Iglesias o los otros candidatos. Las figuras independientes de prestigio se suelen proponer para cargos más de representación, por ejemplo, jefes de Estado de repúblicas parlamentarias. Para presidir un ejecutivo los únicos precedentes “independientes” suelen ser tecnócratas, del tipo del italiano Mario Monti, algo que se supone que no debe ni rondar siquiera la cabeza de Pablo Iglesias. Y si está pensando en el escritor checo, Vaclav Havel, se equivoca porque Havel tuvo una intensa actividad política antes de ser elegido presidente de su país.

Lo malo de estas propuestas imaginativas es que quedan ahí. Y no sería raro que dentro de algún tiempo quien defienda presidentes independientes y de prestigio sea la derecha. El prestigio, por supuesto, lo define el que hace la propuesta: Monti tenía mucho prestigio como economista.