El deporte de la política

Madrid

Algo falla en la política, o en nuestro propio lenguaje, cuando para explicarla recurrimos constantemente a metáforas deportivas. Yo estoy bastante harto, lo confieso; creo que discutir sobre igualdad, empleo, derechos laborales, cultura... ( bueno, de eso no; la cultura apenas aparece en los debates políticos)...creo que para discutir sobre esos asuntos –o para interpretarlos- no haría falta encajonarse en términos futboleros, que son los más socorridos. Que si uno ganó o perdió por goleada, que si pilló al rival en fuera de juego, que si terreno embarrado....Hombre, el ajedrez es algo más fino; y decir, por ejemplo, que un debate ha acabado en tablas no suena del todo mal. Pero, desde luego, a lo que no estábamos tan acostumbrados es a que el referente fuera el boxeo; y sin embargo el debate de anoche entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy sí merece la comparación boxística porque recordó muy a menudo a un ring, con toda suerte de golpes, incluidos los golpes bajos que, por cierto, el árbitro del combate no supo o no quiso parar. Creo que a esta hora está casi todo dicho sobre la indolencia de Rajoy y el apresuramiento de Sánchez, ahí cada uno tendrá su propia opinión....

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Pero ya con la digestión del cara a cara prácticamente hecha –y ya veremos si ha movido algo, que yo creo que sí- sí me gustaría llamar la atención sobre esa querencia que tenemos a enfocar las discusiones, los debates, en definitiva las discrepancias....en clave de enfrentamiento deportivo, de derbi de fútbol. A mí no me gusta, no me parece una buena señal porque nos retrata como un país bastante hooligan, donde toda la gloria es para los ganadores mientras los derrotados son arrojados al pozo del ninguneo. Pero la política no es eso, no debería serlo, y lo será menos después del domingo. Pero si aun así nos empeñamos en buscar símiles deportivos, apuntémonos a la excepción del rugby, donde los dos equipos y los árbitros están obligados a jugar el tercer tiempo: o sea acercarse al pub más cercano para compartir una cerveza. Dicho de paso, no creo que anoche Rajoy y Sánchez estuvieran para irse de cañas; más bien parecían a punto de citarse en la calle para seguir la discusión. O sea que –en clave política- creo que necesitamos más rugby y menos fútbol. Al menos, podríamos intentarlo.