De mal en peor | 27-10-2015

Madrid

Lo peor de una película, o de un libro, de una historia en definitiva....es que te huelas el final antes de hora, que no te sorprenda. Y eso es, por desgracia, lo que está ocurriendo con el tema de Catalunya donde el guión se va cumpliendo inexorablemente. El empate social entre partidarios y no partidarios de la independencia que reflejaron las elecciones del 27-S se lo han pasado por el forro los diputados independentistas que hoy han aprobado una moción de ruptura con España. Y al gobierno español se lo han puesto a huevo para mantener ese papel de campeón de la unidad, de garante de la ley, fingiendo que en Catalunya no ha cambiado nada. Así que ya nos encontramos en el peor escenario posible: a un paso de la suspensión de la autonomía catalana, o del cierre del Parlament...o de algo peor. Sea como sea, un fracaso en toda regla; no es que vayamos a la catástrofe, no, no; es que ya estamos en ella.

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Y llegados a este punto, sinceramente, creo que tendríamos todo el derecho a preguntarnos si no hay una especie de acuerdo secreto entre Mas y Rajoy para retroalimentarse políticamente. Ya sé que ese acuerdo no existe –vamos, quiero pensar que no- pero son tan evidentes los beneficios políticos que ambos están obteniendo con todo este follón que abona el terreno a los mal pensados. Como además, entre medias, ha estallado todo el escándalo del tres por ciento, de Convergéncia, de los Pujol, de los papeles del tesorero, con operaciones policiales casi a diario....el cóctel ya resulta de imposible digestión. Y ahora lo peor –como en las malas películas- es que además algunos actores tengan la tentación de sobreactuar para resultar más creíbles, para venderse mejor. Yo no creo que lo consigan pero lo que sí pueden es encabritar todavía más el ambiente. Resumiendo: ¡¡¡qué desastre!!! Vamos de mal en peor.