La patria como coartada
Con la concentración con aires de performance que hoy han protagonizado centenares de alcaldes arropando a Artur Mas con motivo de su citación ante el Tribunal Superior de Justicia se politiza la justicia y se judicializa la política.
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La opinión de Francino | La patria como coartada
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Madrid
Samuel Johnson, un poeta británico, ensayista, y reputado crítico literario en el siglo XVIII fue el autor de una frase que hoy resulta muy oportuna: “el patriotismo –dijo Johnson- es el último refugio de los canallas”. ¡Ojo!, no pretendo con esto faltar a nadie, que conste…..aunque sí creo que desde hace tiempo alguna gente me falta al respeto a mí, y a otros muchos ciudadanos para quienes la patria o la bandera no son precisamente su primera prioridad pero a los que en cambio nos meten en el mismo saco. Todo esto viene a cuento –como ya habrán adivinado- de la concentración con aires de performance que hoy han protagonizado centenares de alcaldes arropando a Artur Mas con motivo de su citación ante el Tribunal Superior de Justicia. Vamos a ver, el análisis estrictamente político de esa imagen creo que ya está cubierto, a partir de dos lecturas contrapuestas: democrático ejercicio de libertad dicen unos; intolerable coacción a la justicia, sostienen otros. A mí, personalmente, me parece un desastre; una estampa lamentable, impropia de un país democrático y sobre todo un fracaso en toda regla; un fracaso institucional, que es lo más grave. Sí, porque con toda esta historia -que tiene muchos actores, dentro y fuera de Cataluña- se politiza la justicia, se judicializa la política, los alcaldes olvidan que lo son de todos sus vecinos, no sólo de los que están por la independencia, y al final la sospecha generalizada, la desconfianza y el descrédito de las instituciones yo creo que es muy grande. Y es un precio que al final pagamos con la excusa –o la coartada- de las patrias y las banderas sean cuales sean. Cuando resulta obvio, ofensivamente obvio, que hay otros intereses en juego relacionados con el poder, con el dinero y con las poltronas.
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Por eso me permito recomendarles el artículo que hoy publica Julio Llamazares en “El País”, donde compara las exaltaciones patrióticas del Doce de Octubre, o del Onze de Setembre…pues las compara con lo que están haciendo estos días en Corea del Norte, que es una dictadura como todo el mundo sabe. Hombre, se trata de un planteamiento provocador, ya lo sé….pero muy sano porque al menos te hace pensar. Y eso, en los tiempos que corren, ya me parece un milagro.