Tozuda realidad

Madrid

Créanme que no tenemos vocación de aguafiestas –ni de tristes- pero la realidad es tozuda, muy tozuda. Y contra eso poco se puede hacer. Las cifras del paro publicadas hoy, con un descenso de más de 100.000 personas en el mes de mayo, suponen un dato estadístico muy positivo -¡qué duda cabe!-, llevamos casi año y medio con creación de empleo, pero..... ¡Qué empleo! ¡y qué desigualdad! Ayer hablamos con oyentes de contratos leoninos, hoy la Unión Europea dice que España es uno de los países con más casos de explotación laboral, y encima el Instituto Nacional de Estadística revela hoy mismo que el número de hogares españoles donde no se puede comer pescado o comprar ropa a los niños cada vez es mayor.

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O sea que la fotografía completa no puede ser satisfactoria, de ninguna manera. Y por eso chirría tanto el triunfalismo que destilan algunos discursos oficiales con el mantra de la recuperación. Y por eso se explica –al menos en parte- la movilización del voto cabreado, del voto castigado, de la gente que: o no nota esa supuesta mejora o tiene a su alrededor ejemplos que la desmienten.

Yo, sinceramente, trataría de rebajar el tono de ese ritual que cada primero de mes acompaña la publicación de las cifras del paro. Creo que ya no convence a casi nadie; pero igual estoy equivocado. De hecho, ayer me encontré a una señora que aún decía aquello de que "Manuela Carmena es esa mujer que liberó etarras". ¿Recuerdan que Esperanza Aguirre se lo soltó en un debate televisado? Pues eso, conclusión: las mentiras –o las medias verdades- a base de repetirlas....alguien se las acaba tragando.