La herencia envenenada

Madrid

Hoy me han dado la oportunidad de participar en un documental sobre el primer año de reinado de Felipe VI y el papel de la monarquía, y en un momento dado –como no podía ser de otra manera- ha salido a colación el tema del franquismo. Cosa lógica, porque aunque en este 2015 se cumplan ya 40 años de la muerte del dictador, los otros 40 –los de la dictadura- contaminaron tan a fondo este país que todavía se notan sus efluvios; y esa herencia –que es putrefacta- emerge con cierta frecuencia. Este fin de semana, por ejemplo, cuatro chavales han sido agredidos en Madrid al grito de “maricones”, con el agravante de que fueron los mismos animales quienes les pegaron tres veces durante la misma noche.

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Esto, por desgracia, de hecho en los alrededores del barrio de Chueca parece que últimamente se ha disparado la violencia homófoba, pero claro… ¿De qué nos extrañamos si el otro día les hablábamos del documento oficial sobre la muerte de Lorca donde el régimen franquista admitía que se había dado muerte al poeta por “masón, socialista…y homosexual”? Y era un documento de 1965… Si hasta 2001 el diccionario de la RAE definía la sodomía como “práctica contra el orden natural”. ¿Ustedes creen que toda esta carcundia no deja huella? Pues claro que deja. Como la rueda de prensa de ayer del entrenador del Eíbar, en Almería; pregunta en euskera, respuesta en euskera, murmullos, protestas, gestos, mal rollo…y al final el entrenador que se levanta y se marcha.

¿Que qué es esto? Pues herencia; herencia de intolerancia y resaca de franquismo; ni más, ni menos. Ojalá este nuevo Rey, que cumple un año en el trono con buena nota, nos eche también una mano para barrer la caspa de una puñetera vez.