Anni B.Sweet: "Mejor ser good, que sweet"

Anni B.Sweet y Miguel Ríos pertenecen a dos generaciones musicales distintas. Él es un granadino del '44 y ella una malagueña del '88. Anni ya no es la joven promesa del indie español y Miguel es un hombre que ha dejado atrás cincuenta años sobre el escenario. Juan Cruz les pregunta por el futuro de la música y si la piratería impedirá que se descubran nuevas voces como las de Anni B. Sweet.

Ana López, más conocida como Anni B.Sweet, y Miguel Ríos coincidieron en Hoy por Hoy con Carles Francino. Desde entonces él le siguió la pista; a ella no le hizo falta, porque Miguel Ríos sonaba en su casa. Su voz inconfundible era familiar.

Anni B.Sweet se sienta junto a un militante de la defensa de los derechos de autor y, aunque no pertenecen a la misma generación, Miguel Ríos asegura que sus ideas sobre la piratería defienden a los jóvenes que empiezan en la música. No comparte en absoluto la idea de que la cultura tiene que ser gratuita: "me parecería fantástico si se extendiera a los filetes, a las patatas o al metro". Anni B.Sweet le debe su éxito a la Red, porque fue en Myspace donde se dio a conocer. Vive del directo y no le sorprende porque cuando le llegó el éxito, la industria de la música ya estaba atravesando por un mal momento. Aclara su opinión sobre la piratería con cautela: cree que no hay maldad, pero lo compara con "entrar al estudio de un pintor y robarle un cuadro".

Ella empezó en la música sabiendo que era mejor ser good que sweet y encontrando en la letra de sus canciones una vía de escape a su timidez: "no contaba las cosas ni a mis amigos, ni a mi familia". A Miguel Ríos le sirvió para mucho más: "a la música le debo haberme sacado de la tortura que era trabajar todos los días en una tienda de tejidos y sufrir las bromas de los tipos más bromistas del mundo, que son los dependientes granadinos".