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Natalia Huarte: "Por fin hemos empezado a nombrar al acoso, a los abusos o a la depresión"

La actriz protagoniza 'Natacha', adaptación teatral de la novela de Luisa Carnés escrita y dirigida por Laila Ripoll

Natalia Huarte: "Por fin hemos empezado a nombrar al acoso, a los abusos o a la depresión"

Natalia Huarte: "Por fin hemos empezado a nombrar al acoso, a los abusos o a la depresión"

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Laila Ripoll (Madrid, 60 años) es una de las grandes dramaturgas y directoras escénicas de este país, cuando todavía había pocas mujeres que dirigieran teatro. Núria Espert, Helena Pimenta y ella son ejemplos para las que han venido después, como nos advertía Lucía Miranda en La Hora Extra. María Jesús Valdés y Josefina García Arévalo son las grandes maestras que tuvo Ripoll, afirma la que acaba de ponerse al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, tras la salida de Lluís Homar.

Natalia Huarte (Pamplona, 36 años) es una de las mejores actrices de teatro que tenemos, sobresale en todo en lo que la hemos visto recientemente. Desde París 1940 de Josep Maria Flotats, a Psicosis 4.48 por la que ganó un premio Max o Los pálidos y La fortaleza, de Lucía Carballal, por mencionar las más recientes. La actriz ha disfrutado esta pasada temporada del audiovisual también, al que le tenía ganas, en series como Querer, una de las favoritas de 2024, o Legado.

Las dos, Laila Ripoll y Natalia Huarte, vienen a reivindicar otro nombre de mujer, el de una escritora injustamente olvidada durante demasiados años. La madrileña Luisa Carnés, que nació en 1905 y que murió en el exilio, en México, en 1964. 120 años después de su nacimiento, el Teatro Español que dirige Eduardo Vasco ha querido rescatarla y reivindicarla, con obras como Cumpleaños o Natacha, que es la que vienen a presentarnos. No es el primer acercamiento de Ripoll a la obra de Carnés, que ya estrenó con muchísimo éxito Tea Rooms hace tres años, en el Teatro Fernán Gómez. Natacha es la primera novela de Luisa Carnés, editada en 1930, una historia que nos sumerge en el complejo ambiente de las mujeres obreras de principios del siglo pasado. "Los años 30, los de mis abuelas, mujeres que fueron adquiriendo derechos de ciudadanía hasta que llegó la guerra, se acabó y volvieron a la cocina con la pata quebrada", explica la directora.

Natacha es una joven que trabaja en una fábrica de sombreros. Son mujeres obreras en los años 30 del siglo pasado, con miedo a enfermar para no ser despedidas. Como hizo Antonio Buero Vallejo en Historia de una escalera, que Helena Pimenta acaba de estrenar en el Teatro Español, también Carnés describe las formas de vida de los infortunados: la vivienda, el coste de la vida, la alimentación o la explotación laboral de las clases más pobres, en cuyas casas «se aprende antes a llorar que a reír; los hijos de los pobres aprenden antes a pedir el pan que los besos, y los padres, acuciados por la necesidad de buscarlo, se olvidan del cariño», que se dice en la obra.

Mujeres víctimas de la precariedad y de acoso laboral y abusos sexuales por parte de hombres, jefes, mucho mayores que ellas y babosos, que ejercían su poder. Huarte, que confiesa no haber leído antes la obra de Luisa Carnés, se sorprendió de la cantidad de similitudes que tiene la obra con los tiempos actuales. "Natacha es una mujer triste, con cierta tendencia depresiva, sin saber leer bien las circunstancias que la rodean. Hoy entendemos lo que le pasa, hoy estamos nombrando el acoso, el abuso o la depresión, sabemos lo que le está pasando", explica la actriz.

Natacha es víctima de abusos sexuales, de un acoso laboral que antes estaba normalizado, como nos explicaba la actriz María Garralón en La Hora Extra. Que te tocaran un pecho o que te dieran una palmada en el culo. "Profesores de la RESAD que te ponían la mano en el muslo o con los que sabías que no podías entrar sola en un ascensor", confiesa Ripoll, "situaciones normalizadas que hoy ya no lo están". "Hoy nos sentimos escuchadas, arropadas, acompañadas", coinciden las dos.

Laila Ripoll en el centro y el elenco de 'Natacha'

Laila Ripoll en el centro y el elenco de 'Natacha' / Javier Naval

Laila Ripoll en el centro y el elenco de 'Natacha'

Laila Ripoll en el centro y el elenco de 'Natacha' / Javier Naval

Luisa Carnés se aleja del maniqueísmo de los personajes, entre buenos y malos. Los personajes femeninos de la novela representan los distintos perfiles de mujer existentes en aquel momento. Las que defienden que todos los hombres dan asco a las que niegan que todos los hombres sean malos. Las que, como Natacha, aspiran a algo más y buscan su libertad y emancipación, a las que consideran que la mujer está para ser madre y dedicarse a los cuidados. "Debates que siguen produciéndose cien años después, fue una adelantada a su tiempo y a trazar la psicología de los personajes", coinciden la directora y la actriz protagonista de esta obra que estrena el Teatro Español la semana que viene y que, desgraciadamente, nace y muere en este teatro municipal, no va a contar con una gira nacional. Una oportunidad perdida de recuperar la escritura de Luisa Carnés y las aristas de su visión de la vida y de quienes la vivimos.

 
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