Berto Romero ha decidido dejar de comer uvas en Nochevieja e instaurar una nueva tradición: "Es igual de absurdo que lo otro"
Al humorista no le gustan nada las uvas y ha decidido buscar una forma distinta de celebrar el inicio del año
Berto Romero ha decidido dejar de comer uvas en Nochevieja e instaurar una nueva tradición: "Es igual de absurdo que lo otro"
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Madrid
El equipo de Nadie Sabe Nada se ha desplazado esta semana hasta la ciudad de Valencia para grabar el primer programa del 2025. Concretamente hasta el Teatro Olympia, donde nuestros protagonistas habituales se han enfrentado a un montacargas de lo más traicionero que casi les juega una mala pasada. A pesar de que durante estas últimas semanas has podido disfrutar de la improvisación de Andreu Buenafuente y Berto Romero, los humoristas han compartido con la audiencia que estos programas llevaban grabados desde antes de que acabara el 2024. De ahí que sea el primer programa grabado en el año 2025 y que hubiera muchas cosas que contar acerca del transcurso de las navidades.
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Desde las tradicionales cenas de Navidad hasta la visita de los personajes mágicos de las Navidades a los hogares de los niños y niñas de todo el país. En un momento dado del programa, Berto Romero ha reconocido que ha decidido dejar de comer uvas en Nochevieja e instaurar una nueva tradición. Todo ello porque detesta las uvas y nunca había terminado de convencer eso de comenzar el año con náuseas: "A mí es que las uvas me dan un poco de asco. Si tú la procesas y se convierte en vino, lo que quieras. Pero la uva en sí me da asco. Y cada año de mi vida, que ya tengo 50, he empezado el año con náuseas".
"Me daba vértigo"
Más aún después de descubrir que la tradición de comer 12 uvas en Nochevieja nace de una estrategia de marketing. Una estrategia que se remonta hasta el año 1909, cuando hubo una gran cosecha de uva en nuestro país que llevó a los productores de uva a buscar la excusa perfecta para una mayor salida a su producto. De esta necesidad surgió la idea de las uvas de la suerte, que a partir de entonces se convertirían en una tradición. Por esa misma razón, Berto Romero ha decidido romper con todo una y otra vez: "Me daba vértigo, porque después de 49 años haciendo esto de comerme las 12 uvas a lo mejor no lo hago este año y me pasa algo".
Durante la cena de Nochevieja, Berto Romero descubrió que uno de sus invitados llevaba ya varios años sin comerse las uvas de la suerte y que había adoptado una nueva tradición que le hacía mucho más feliz: "Esta persona, que ya lleva años haciéndolo, da palmadas. Todo el mundo está comiendo las uvas y él aplaudiendo con cada una de ellas".
"Decidí unirme a él"
El humorista reconoce que es una tradición que de primeras te puede helar la sangre porque estás celebrado la entrada del año con ritmo. No obstante, esta persona ha llegado a la conclusión de que esta forma de celebrar la entrada del año es igual de absurda que la otra. Por esa misma razón, Berto Romero ha decidido seguir sus pasos y aplaudir la entrada del año: "Si quieres lo sustituyo por bombones, pero es que a la hora de la verdad... decidí unirme a él".
Después de comerse las uvas de la suerte un año sí y otro también, el humorista ha cambiado de estrategia: "Ahora tengo como un cierto miedo de que me vaya a ir el año mal. Hasta ahora me ha ido bien con las uvas, pero no va a a ser por las uvas". Mientras tanto, Andreu Buenafuente ha reconocido que él no ha tenido ningún problema y que las ha comido toda como de costumbre.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...