Entrevista | Rafael Álvarez, 'El Brujo': "La gente está deseosa de saber del alma"

Cuenta 'El Brujo' que él cree en el destino pero solo en parte porque hay condicionamientos que son inevitables. "Por ejemplo tú naciste aquí y eso ya te está condicionando, eso es parte de tu destino, te educaste en España, aprendes una lengua, un idioma, una cultura pero luego hay otra parte de libertad en la que tú puedes escoger un camino u otro completamente distinto. Ahora bien, también creo que eso genera destino. Elegir un camino generará una serie de consecuencias que serán condicionamientos futuros. Tú estás creando tu destino de mañana a través de elecciones libres de hoy pero que tienen consecuencias inevitables. Éste es el concepto de destino relacionado con la idea del karma, tu karma lo fabricas tú". Rafael Álvarez, 'El Brujo' (Lucena, Córdoba, 1950) utiliza a Medea, Edipo, Antígona y Hécuba para reflexionar a través del humor sobre el concepto de destino en la tragedia griega y la concepción que tenemos en Occidente y el karma en la filosofía oriental en la nueva obra que estrena en Mérida. Lleva por título 'Iconos o la exploración del destino', tercera parte de una trilogía formada por 'Esquilo, nacimiento y muerte de la tragedia' y 'Los dioses y dios', que también se estrenaron en el festival de Teatro Clásico.

"Yo siempre soy comedia, desde que empecé" comenta 'El Brujo' que vuelve a servirse del humor y recuerda cómo desde que comenzó a actuar la gente se reía cuando salía al escenario. Al principio incluso le llegó a mosquear, hasta que el dramaturgo José Luis Alonso de Santos le explicó que el público se reía porque él era cómico y que tenía eso que se llama la vis cómica, algo que no se aprende en ninguna escuela de arte dramático. "Recuerdo la primera obra que hice con José Luis, 'El horroroso crimen de Peñaranda del Campo' de Pío Baroja, hacía de un condenado a muerte y tenía que salir y decir esto qué es y nada más decirlo la gente se descojonaba y yo me preguntaba pero por qué se ríen si solo he dicho esto qué es. Yo era joven y lo quería decir con una voz potente como la de Sancho Gracia en Curro Jiménez. Y la gente se seguía descojonando, entonces me resigné. Esto qué es, pues que eres un cómico". Además del humor 'El Brujo' no ha dejado de conectar con el público utilizando otras técnicas como la mezcla de estilos, tonos, colores y distintos niveles de significados del lenguaje como se hace con las canciones, explica el actor. "Utilizo una serie de parrafadas clásicas del gran teatro que son sonoras y poéticas pero no todo el rato porque si no la gente se aburriría. Doy tres pinceladas y después utilizo expresiones castizas, de la calle".

A pesar de todo reconoce 'El Brujo' que aunque lleva años actualizando a los clásicos al principio le costó, no entendía los textos y resultaba latoso leerlos. Pero eso fue hasta el año 2005, cuando se celebró el primer centenario del Quijote. "Tuve la oportunidad de hacer una obra sobre el Quijote y estuve cuatro años leyéndolo, leí una edición de Martín de Riquer con muchas notas a pie de página y mucha bibliografía que fui leyendo al mismo tiempo y fue como descubrir la catedral de León explicada por un medievalista. Cuando te explican los detalles y los entresijos es más impresionante todavía. Ahí fue cuando me aficioné profundamente a los clásicos". Además del estreno en Mérida, el festival de Almagro le ha reconocido con el premio Corral de Comedias, un galardón que reconoce con mucho orgullo, "es un premio muy importante que antes que yo han recibido actores muy importantes a los que admiro". El mismo orgullo que siente por los festivales de teatro clásico, que siempre le han dado mucho cuartel, cuenta el actor cordobés, "me han permitido hacer obras que si no no las hubiera hecho. Tú no haces 'Iconos y la exploración del destino' para ir a estrenar a Madrid, a no ser que vayas a un teatro público, imagínate en un teatro comercial la obra de 'Iconos' y la gente es que ni siquiera leería el título".

Un actor del alma

'El Brujo' tiene cinco obras en cartel que está representando en localidades de toda España, entre ellas 'Autobiografía de un yogui', basada en el best seller del gran yogui Yogananda, impulsor de la meditación en Occidente, un libro que como explica le cambió la vida aunque adaptarlo no fue especialmente fácil. "El libro es complejo pero me metí mucho, me inicié en sus técnicas de meditación. El libro es impresionante, hay mucha gente a la que le ha cambiado la vida. Él lo escribe en los años 40 en un momento en el que Occidente se abre al mundo de la energía atómica, Einstein, el concepto de relatividad del espacio, hay un cambio profundo en la mente de los seres humanos y es un momento en el que el conocimiento sagrado de la India tiene algo que aportar". Una obra que en contra de lo que podría parecer ha tenido una respuesta excepcional por parte del público, "pensaba que la gente iba a estar distante por la complejidad del tema pero qué va, la gente está deseosa de saber del alma". Pero qué es el alma se pregunta 'El Brujo', "no sabemos lo que es, es como el humo al fuego. Tú ves el humo y sabes que ahí hay un fuego. Tú ves las acciones, los comportamientos, el cuerpo de la gente, cómo se viste, cómo se mueve, cómo habla, eso es el humo, el alma está detrás, es el fuego invisible que hace que haya éste tipo de humo u otro".

Después de 50 años sobre los escenarios cuenta el 'El Brujo' que cuando echa la mirada hacia atrás ve una vida muy rica y de mucho aprendizaje y siempre piensa lo bien que hizo en no hacer caso a su madre cuando le dijo que tenía trabajar en La Caixa, comenta entre risas, "me decía que esto del teatro era algo muy inestable, de hecho mis padres me mandaron a estudiar derecho. Ellos pensaron que sólo iba a ser una aventura". Una aventura a la que Rafael Álvarez, 'El Brujo' ha dedicado toda su vida.

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