La Hora ExtraLa Hora Extra
Ocio y cultura

Miqui Otero: "La verbena es el punto de encuentro para reventar cualquier burbuja"

El escritor barcelonés sale de su ciudad en 'Orquesta', un libro que nos lleva a una verbena de un pueblo gallego donde conviven todos los habitantes durante una noche de agosto y donde habla de abusos de poder, prejuicios de género y clase, esperanzas y frustraciones

Miqui Otero: "La verbena es el punto de encuentro para reventar cualquier burbuja"

27:27

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1718804125261/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

"No vais a olvidar esta noche jamás". Es la primera frase de una de las novelas de la temporada, Orquesta, de Miqui Otero. En ella, el escritor catalán nos cuenta de manera detallada qué sucede de principio a fin en una verbena de pueblo. Una de tantas fiestas que se suceden durante el verano en todos, o casi todos, los pueblos de España. En este caso estamos en Galicia, en el pueblo de los padres del escritor, desde el que emigraron a Barcelona, donde él nació. De manera, que Otero, busca sus orígenes y volver a esos recuerdos de infancia y juventud. "Me irrita de nuestro mundo que todo esté tan segregado por burbujas y que, al final, la literatura se ha contagiado de eso. Una verbena es el punto de encuentro para reventar estas burbujas, para crear otra burbuja mayor y ponerlos a todos juntos y darles unas horas con alcohol, con el volumen de la música a tope y ver qué pasa", nos cuenta el escritor barcelonés en la Cadena SER.

Definía el catedrático Francisco Rodríguez Adrados en su ensayo sobre el teatro griego y romano que la fiesta era un tiempo fuera del tiempo. Es precisamente ese aspecto el que aprovecha Otero para desarrollar un fresco de la España actual. "Lo que me atraía de la verbena es ese tiempo detenido. Porque es verdad, en la verbena todas las noches son la misma noche, todas las verbena son la misma verbena. Acaba la fiesta y luego hay una elipsis narrativa de un año. La gente se vuelve a la ciudad o se queda en el pueblo. Y cuando empieza la verbena, al año siguiente, 365 días después, arranca en el punto exacto donde se dejó. Si había tensión sexual, sigue habiendo. Si había envidia, el recelo continúa. Es como cuando te quedas dormido viendo una película, que luego te despiertas, lo pones y arranca donde la has dejado. Las verbena son así y eso permite que todo el todo el tejido de miradas, todos los cruces de miradas están llenas de prejuicios sobre entendidos, deseo, deseo de venganza, lo que fuera".

Valdeplata amanece después de la verbena de verano. Sobre el prado, cadáveres de estorninos, un billete rasgado, una bicicleta roja, una piruleta rota, sangre en una zapatilla. La Orquesta tocó toda la noche y niños, jóvenes y viejos bailaron las mismas canciones guardando secretos distintos. Otero no escribe desde el yo, sino desde el nosotros, y confronta la idealización de lo rural y lo festivo con la historia de España, ya que en esa verbena transitamos por las huellas del pasado reciente de nuestro país. La música nos permite entender cómo han evolucionado la vida de los habitantes de ese pueblo, allí esparcidos por la verbena, pero también las vidas de un país desde la posguerra hasta este momento actual. "Me apetecía empezar como con las pruebas del delito, con esta especie de bodegón de objetos esparcidos por el prado donde ha transcurrido toda esta noche de verbena. Y me ha gustado hacerlo así porque son unos objetos que podrían ser como la resaca del desastre o los restos de la gran fiesta y de la euforia. Es un poco ambiguo, porque hay una piruleta rota, un móvil, una bicicleta tumbada, pero me gusta este punto de ambigüedad, de no saber si lo que ha sucedido está bien. Lo que ha sucedido es inolvidable porque es algo que se dice al principio, pero las las cosas inolvidables lo son por terroríficas o por preciosas".

No hay lugar más transversal que una fiesta popular, donde el carrito de un bebé está junto a la silla de ruedas de un anciano. Donde los mayores bailan con los jóvenes. Donde los ricos se sienta, como cantaba Serrat, en la mesa de los pobres y donde hasta el cura se desmelena. La fiesta es un tiempo fuera del tiempo, y eso es profundamente literario. Otero lo sabe y construye una novela donde la música conduce a los espectadores por las vidas, anhelos, conflictos y traumas de unos personajes sumamente reconocibles, pues en cada pueblo hay gentes similares y vivencias parecidas. "Pones barcelonés en Google y sale mi cara", bromea el escritor que en sus anteriores libros ha hablado de la ciudad en la que vive y en la que creció. Pero no siempre eso fue así. "Soy muy urbano, lo sé, pero al mismo tiempo ese es el lugar del que salieron mis padres hace ahora justo 50 años. Yo fui el primero de la familia que nació en Barcelona y ellos provienen de ese entorno rural gallego semi mágico. Ese ese lugar al que yo iba varias veces al año y que tengo muy incorporado a mi paisaje emocional. Supongo que llegado un momento, después de de varias novelas muy ambientadas ambientadas en Barcelona, en que me apetecía escaparme y volver a esa raíz. Quizá por una cuestión de edad", reconoce.

Más allá de centrarse en el costumbrismo típico de la literatura española de posguerra o en la autoficción actual, Miqui Otero, de la mano de Alfaguara que publica esta novela, nos introduce en ese realismo mágico gallego que influyó al mismísimo García Márquez. "Hubo un momento ya de megalomanía que pensé que en las verbenas celebran la vida los vivos, pero como suceden en una fecha señalada se recuerda a los que se fueron, a los muertos. Entonces, me dije que debía invitar a esos muertos. La única manera de hacerlo en una novela realista, es a través de las leyendas rurales del lugar, la santa compaña, etcétera, etcétera. Son leyendas muy bonitas, porque no es un ataque alienígena o de zombis. Los los que conforman la compaña son antiguos vecinos. Hay como un vínculo entre la vida y la muerte muy curioso. Es curioso, porque García Márquez siempre pedía el novel para un escritor de los pueblos de esa zona, para Álvaro Cunqueiro2.

La novela avanza igual que el recopilatorio de canciones que la orquesta va tocando a lo largo de toda la noche. La música ha sido indispensable para componer y articular esta narración. "La música es lo que muestra todos los testimonios de estas vidas que van desde desde un anciano de más de 100 años que podría morir hoy, hasta un feto que podría hacer durante esta noche. Y lo que trenza todo es esta música que va sonando y quería que la escritura se contagiara de este ritmo, que estuviera dentro de los personajes. En realidad me gustaba la idea de que fuera como un gas, que fuera como curioseando en todos los corrillos de la de la fiesta". De ahí que el escritor escriba versos de canciones, desde pasodobles hasta las locas letras de Rosalía. "Era una forma también de disparar la memoria, cuando un verso o un pasodoble puede generar el recuerdo de esa misma fiesta". La historia reciente del país aparece en esos recovecos y en esos lapsos de memoria. Los maquis, las riñas durante la guerra, las huellas de la transición... "Es un mundo aparentemente extinto, pero que sobrevive de alguna manera, de forma menos rígida o aparatosa. En él, el personaje de el conde representa el caciquismo, casi esta imposición del privilegio, pero al mismo tiempo es una persona muy cultivada. Es un personaje contradictorio".

El pueblo tiene otros ritmos, nos dice Miqui Otero que, lejos de la nostalgia, muestra un lugar con sus luces y sus sombras, donde la disidencia ha estado penalizada, pero donde se producen sinergias que en las ciudades están lejos de aparecer. La dicotomía campo y ciudad, que tanto ha marcado la historia de España cobra en Orquesta una mirada lúdica, intensa, divertida y emotiva, y a la vez permite al autor hablar de temas que nos siguen acompañando, como el abuso de poder, el amor, la traición, la soledad.

Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00