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Música

Del porro doble de Extremoduro al ultimátum con Los Rodríguez: las mejores anécdotas de la discográfica DRO

'Aquellos años accidentales', de Laura Piñero, recopila historias increíbles de Loquillo, Celtas Cortos o Duncan Dhu

Del porro doble de Extremoduro al ultimátum con Los Rodríguez: las mejores anécdotas de la 'biblia' de la discográfica DRO

Del porro doble de Extremoduro al ultimátum con Los Rodríguez: las mejores anécdotas de la 'biblia' de la discográfica DRO / ANE OSCARIZ

Madrid

Todos conocemos a grupos como Siniestro Total, Loquillo, Duncan Dhu o Extremoduro pero a lo mejor pocos saben que ellos se hicieron famosos gracias a una discográfica llamada DRO (Discos Radiactivos Organizados) que empezó, a finales de los 70, en casa de uno de los componentes de la banda Aviador DRO, que había decidido autoeditar su primer disco. Después de ese vino otro grupo, y luego otro... y el resto es historia de la música de este país. Una historia larga y repleta de anécdotas inverosímiles que la periodista de la Cadena SER Laura Piñero ha recogido en Aquellos años accidentales (Cúpula), un libro que bien podría ser una tesis doctoral porque se basa en más de 100 entrevistas... y que, dentro de poco, se convertirá también en un documental.

"En el libro intento dar voz a gente que suele estar en la sombra", cuenta la autora. "Quería que fuese lo más coral posible, pero lo más complicado fue decidir cuándo poner fin a la lista de entrevistados porque, si no al final, el libro era eterno".

La efervescencia cultural de España en los años 80 era imparable y los artistas, sedientos de nuevas ideas, miraban sin parar al extranjero. En Francia y Reino Unido, por ejemplo, ya había sellos independientes. Pero en España, todavía no: "Sin una gran compañía detrás, no podías publicar un disco", incide la autora. Por eso la irrupción de DRO y el resto de discográficas pequeñas fue clave para dar salida a toda esa explosión musical.

Laura Piñero: del porro de Extremoduro al ultimátum con Los Rodríguez

Laura Piñero: del porro de Extremoduro al ultimátum con Los Rodríguez

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"Los artistas eran supergamberros, buscaban el espectáculo, no sabían tocar bien. Subían casi sin ensayar", señala Piñero, que ha conseguido hilar un sinfín de historias desconocidas de algunos de los grupos más importantes de la historia de la música española.

Los Nikis: robo, autoedición y retirada

Paco Clavel fue el primero en autoeditarse en España y abrió camino a otros muchos, como Los Nikis. Una banda que ha vuelto a cobrar vigencia por ser una de las principales influencias de Carolina Durante: "Después de intentar grabar una maqueta en Reino Unido y que les robaron el dinero, se enteran de la fábrica de Pamplona a la que fue Paco Clavel y publican un single que vendían en los conciertos, que ahora vale mucho dinero", señala la periodista de Cartagena. Conciertos en los que, por cierto, intentaban saltar sobre la zona más débil del escenario con el objetivo de romperlo, como ya les había pasado (accidentalmente) una vez.

De ese primer single hicieron 500 copias, pero con el tiempo llegaron a conseguir ser disco de oro. Un insólito trayecto de la independencia al éxito que un día, cuando estaban en lo alto, se acabó por decisión propia: "El letrista y bajista, Joaquín, es piloto de avión de Iberia y dice que no se arrepiente. Que ellos hacían música para divertirse y que les daban igual las ventas. Eso es ser indie", recalca la autora.

El olfato de Paco Martín: Hombres G y Celtas Coltos

DRO empezó fichando grupos de rock y punk, rupturistas hasta el momento, pero poco a poco, al ir uniendo fuerzas con otras discográficas pequeñas, se fue abriendo a otros géneros: "Hombres G pertenece a Twins, de Paco Martín, que luego absorbió DRO. Paco no tenía un criterio establecido. Fichó también a Celtas Cortos. Se movía con algo poco común: ni seguidores, ni repercusión previa... Iba a un concierto y se fijaba en la reacción de la gente. Por eso, fichó a Hombres G al ver que las chicas enloquecían a pesar de que la actuación fue un desastre. Les hizo el contrato en el camerino, en una servilleta, igual que a Celtas Cortos, que empezaron a vender mucho con música instrumental. Los singles que todos conocemos son posteriores porque Paco Martín les dijo: ¿y si ponéis letras? Tener ese olfato con un grupo celta de Valladolid es una quimera".

Esas discográficas independientes que fueron surgiendo se convirtieron en una amenaza para las grandes multinacionales y parte de su éxito se debió al compañerismo. Laura Piñero se ha preguntado muchas veces si algo como lo que ocurrió con DRO podría pasar ahora: "Se convirtieron en el sello independiente más importante de nuestra música, consiguiendo discos de oro, vender 20.000 o 50.000 copias de los discos... Yo creo que fue esencial que no compitieran e hicieran equipo, aunque cada una tuviera su personalidad y a veces tuvieran que ceder y renunciar".

Loquillo: cuestión de actitud

Otra de las historias más llamativas de Aquellos años accidentales es la de los inicios de Loquillo, al que detectaron "haciendo como que tocaba" en un programa de televisión. En ese momento aún no tenía canciones y mucho menos, un grupo. Pero su actitud cautivó a los cazatalentos... y el tiempo ha demostrado que no se equivocaron.

Loquillo fue uno de los artistas que fichó por DRO / Pablo Blazquez Dominguez

Antes de llegar a DRO, de todas formas, pasó por dos pequeñas discográficas pequeñas de Barcelona (una de ellas, Discos Criminales, creada por Manolo García). Al final, tras la fusión con 3 Cipreses, acabó en DRO. "Pero cuando tiene éxito, les traiciona y se va con una gran discográfica porque le daban más dinero", cuenta Piñero. "Es entonces cuando se dan cuenta de que están empeznado a vender discos y de que a las multinacionales les interesan sus artistas. Pero bueno, aunque Loquillo opta por la traición, luego no le va bien y, después de una travesía por el desierto, le perdonan y acaba volviendo a DRO".

Extremoduro: porro doble y pasamontañas

Otra banda mítica que forma parte de la historia de DRO es Extremoduro, pero a diferencia de lo que pasó con muchos otros artistas del sello, el grupo de Robe Iniesta no solo no ha sido número 1 de Los 40, sino que, hasta hace relatvamente poco, ni siquiera sonaba en la radio. Una especie de grupo mediáticamente maldito que, eso sí, ha contado siempre con un enorme apoyo popular.

Laura Piñero no ha hablado directamente con Robe, pero sí con varias mujeres de su entorno, gracias a lo cual ha podido recopilar varias anécdotas en el libro. Como la del porro doble que se lió en un despacho cuando visitó por primera vez la discográfica. O la de cuando se negó a aparecer en un reportaje de El País Semanal al enterarse de que había marcas de ropa de por medio. "Me decían que es un tipo genial, pero que nunca sabían qué iba a pasar", explica en la entrevista concedida a Fuego y Chinchetas. "Una vez que quería ponerse un pasamontañas para que no se le viera la cara en unas fotos. Y a veces no aparecía, o se cabreaba. Yo creo que entra un poco en juego la genialidad del personaje, pero se lo perdonaban todo porque luego hacía unas canciones increíbles. Extremoduro, además, estaba conectando con una parte de la sociedad muy punk, muy fuera del sistema. Los emisarios de DRO fueron a un concierto, vieron a un montón de hombres sudorosos, drogados y enloquecidos con lo que están viendo en el escenario, y se dieron cuenta de que ahí estaba pasando algo muy grande".

Confianza ciega en Los Rodríguez

Los Rodríguez ya habían publicado tres discos con otro sello antes de llegar a DRO, que a su vez ya formaba parte de Warner, pero es allí donde realmente crecen gracias a una persona, Alfonso Pérez, y al ultimátum que plantea.

Los músicos de Los Rodríguez en una fotografía promocional de 1993 / Promo

"Él era economista y empezó de la nada en un sello pequeño, Grabaciones Accidentales, pero luego acabó de directivo de Warner y de hecho, sigue trabajando ahí. Pues bien, con Los Rodríguez llega a decir que renuncia a su trabajo si no les fichan porque creía ciegamente en ellos. Esa es la prueba de esos primeros años donde el espíritu DRO se enfrenta a Warner e intenta que sigan apostando por su manera de fichar. Decir: 'Estos todavía no tienen megaéxito, pero, por favor, déjame trabajar con ellos porque las canciones son muy buenas, porque tienen a unos músicos increíbles y podemos llegar muy lejos'. Tú imagínate el miedo que tenía Alfonso Pérez de equivocarse, pero la satisfacción cuando de repente revientan el mercado", relata Laura.

El casete de Duncan Dhu

La historia está llena de grupos a los que las discográficas les cerraron las puertas y luego triunfaron. Duncan Dhu es uno de ellos y parte de su éxito se lo deben a la que entonces era la secretaria de DRO, Chusa de la Cruz. El grupo llegó a Madrid con una única copia del casete donde llevaban sus canciones para ir de discográfica en discográfica en busca de una oportunidad. "Ella les dijo que les hacía una copia, para que no se quedasen sin ella y pudieran seguir con la ruta, y cuando ella hace la copia, escucha que hay algo especial y se va al despacho, donde ya tenían muchas maquetas y dijo oye, estos chicos tienen algo". Ese olfato le llevó más tarde a ir pasando por varios puestos de relevancia en DRO.

Duncan Dhu / Pelícano

Maribel Schumacher fue otra de las mujeres clave de aquella época. "Es una americana que viene a España a acompañar a su marido corresponsal y se convierte en directiva de Grabaciones Accidentales. Luego en Warner y, gracias a ella, Grabaciones Accidentales hace convenios con independientes europeas de la hostia y traen a España a los Pixies en avión. Empiezan a publicar grupos de sellos independientes extranjeros, que eso no se hacía mucho en la época y todos esos grandes acuerdos los conseguía una mujer que era Maribel Schumacher. Y también, al revés, consiguió que Duncan Dhu pudiese grabar en el extranjero y tocar en Estados Unidos.

¿Qué queda de DRO?

El sello DRO sigue existiendo dentro de Warner, pero, después de tanto tiempo, ¿qué queda de su espíritu original? ¿Acaso lo han heredado el resto de pequeñas discográficas, como Subterfuge o Sonido Muchacho? "A mí me gusta que cada persona monte su propia conclusión", responde Laura Piñero. "Hay quien piensa que el gen ha desaparecido. Algunos creen que sigue existiendo y otros piensan que todavía sigue presente en algunas personas o en algunas bandas que siguen apostando por esa independencia. En mi opinión, creo que sigue vivo en determinadas actitudes y en determinados grupos. De hecho, también lo reconozco en esos sellos independientes".

Sea como sea, lo cierto es que a día de hoy hay artistas que solo quieren seguir publicando con DRO: "En Warner siguen trabajando algunos de sus históricos, pero también hay nuevos trabajadores que llevan el espíritu de DRO tatuado en la sangre. Artistas como Coque Malla, Iván Ferreiro o Loquillo quieren que en sus discos siga estando el tornillo, que es el símbolo de DRO, y quieren trabajar con esos equipos. DRO es una manera de trabajar y una manera muy cercana de relacionarse con el artista, que siente que se cree en su trabajo más allá de los números".

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