Un estudio calcula que comer más sardinas y menos carne roja podría salvar 750.000 vidas al año

Un grupo de investigadores japoneses ha descrito qué pasaría si el pescado pequeño se destinara más al consumo humano y no tanto a las granjas de atún o salmón

La sardina pertenece al grupo de pescado azul. / Cadena SER

11/04/2024 - 12:12 UTC

Madrid

Los expertos llevan años proclamando a los cuatro vientos que la dieta mediterránea y la dieta atlántica son dos de las más saludables que existen, pero el consumo en la mayoría de países occidentales (incluido España) sigue evidenciando un exceso en la ingesta de determinados alimentos, entre los que figuran los ultraprocesados y también la carne roja.

Pues bien, un grupo de investigadores japoneses, liderados por el Dr. Shujuan Xia, ha pubicado un estudio que demuestra que reemplazar la carne roja (vacuno, ovino o porcino) por sardinas, arenques o boquerones —nutritivos, sostenibles y asequibles— puede reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer de colon, y también reducir los periodos de dependencia al final de la vida.

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El estudio, publicado por la revista BMJ Global Health, se basa en la proyección de consumo de carne roja en 137 países para el año 2050, y en cómo afectaría la sustitución de ese consumo por el de pescado (capturado mayoritariamente en el mar) en la salud de la población.

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"Nuestra investigación concluye que, debido a que las capturas son limitadas, se podría llegar a reemplazar aproximadamente un 8% de la carne roja que se consume a nivel global, pero que con eso bastaría para alcanzar las cantidades recomendadas de pescado. Un proceso que evitaría entre 0,5 y 0,75 millones de muertes anuales, y también entre 8 y 15 años en situación de dependencia, sobre todo en países con recursos medios y bajos. Solo con reducir el consumo de carne, se podría duplicar el número de muertes prematuras", señala el estudio.

El estudio destaca que el pescado que suele destinarse a la alimentación de otros animales —y que supone un 30% de las capturas globales— es muy rico en calcio, vitamina B12 y grasas poliinsaturadas, (omega 3). Unas propiedades con las que también cuenta el salmón. La gran diferencia está en que las sardinas o los boquerones son mucho más baratos y, por lo tanto, accesibles para más gente.

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El problema, según los investigadores, es que solo se destina a la alimentación humana un 24% de las capturas de ese tipo de pescado. El 76% restantes acaba en piscifactorías de salmón, trucha o atún rojo.

En un comentario publicado en la plataforma de divulgación científica Science Media Centre, Jesús Francisco García-Gavilán, investigador en CIBERobn y profesor asociado de la Universidad Rovira i Virgili, asegura que el consumo de carne roja no solo está asociado a las enfermedades que más muertes producen y más gasto sanitario generan, sino que "también existen estudios que demuestran que algunas de las prácticas ganaderas [...] perjudican gravemente el medioambiente".

"La aplicación de políticas alimentarias a nivel nacional que favorecieran el consumo de pescado no solo produciría una mejora de la salud de la población española, sino que disminuiría el gasto sanitario y potenciaría el seguimiento de la dieta mediterránea y de la dieta atlántica", concluye.

Gastro SER | Elías Dosunmu (15 millones después)

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Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...