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Ocio y cultura

Cultura de Semana Santa: turismo y precariedad, sexo y religión

La religión ha marcado la construcción de la identidad de nuestros protagonistas. Mosturito es la historia de un niño de los 80 en un barrio periférico de Sevilla. 'Romance con el discóbolo' es una iniciación sexual entre misas, Dover y Titanic. Anna Pacheco nos muestra el lado oscuro del turismo y Sara Barquinero el de internet, en dos libros imprescindibles este mes

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Este episodio de La Hora Extra viene marcado por la Semana Santa. Por un lado el turismo, los viajes y desplazamientos. Por otro el marcado carácter religioso, ya que la religión sigue ocupando un espacio importante en nuestra cultura. Nuestros invitados no son religiosos, dicen, pero se han criado en un contexto religioso, católico, que ha dejado impronta en su identidad.

Nos vamos en primer lugar a la España de los duros y las pesetas. La España que entraba en la OTAN. La de los fines de semana en el Pryca. La de los chándales fosforitos, el calimocho y las drogas. La del Un, dos tres. La de Dragones y Mazmorras, El Equipo A, Willy Fog, Street Fighter, los tigretones y panteras rosas, la de los sándwiches de nocilla. La de los reptilianos de V, la de El coche fantástico o Los Cazafantasmas, que han regresado este mes a los cines en otro ejercicio de nostalgia a los que nos tiene acostumbrados Hollywood.

En esta España, la de la década de los 80 y en un pueblo periférico de Sevilla, se ha criado Daniel Ruiz. El escritor y periodista acaba de publicar Mosturito (Tusquets), la historia de un niño criado por su tía que sufre varias violencias. El acoso escolar por sus deformaciones físicas; la violencia de las instituciones, públicas y religiosas; la de su padre, un asesino maltratador que cumple condena, la de todo un contexto donde la violencia estaba más al alcance de la mano. Una historia dura y tierna a la vez, con mucho humor y un lenguaje desenfadado, rompiendo toda sintaxis y gramática.

Mosturito es un niño de 11 o 12 años que busca su lugar, amar y que le quieran. Un viaje iniciático de la infancia a la adolescencia, entre referentes como Madonna, la cantante, y las madonas, las vírgenes, de las que en un contexto como el sevillano, es difícil escapar. Toda esa imaginería que también marcó al escritor, aun no siendo religioso.

Daniel Ruiz

Daniel Ruiz / Iván Giménez

¿Cómo se construye la identidad en la adolescencia?, ¿cómo marca la religión el despertar erótico de un personaje? Son preguntas que, como Daniel Ruiz, se ha hecho Mario Salas de Rueda, un artista jerezano, dramaturgo, actor y cantante criado una década más tarde, en los años 90. Durante la pandemia, a Mario le surgió la necesidad apostatar y esto desató un apocalipsis en su familia. "Si yo no soy creyente ni mis padres tampoco, ¿por qué esto desata este apocalipsis?", se preguntó Mario. "De repente me vi navegando en descubrir mi sexualidad y cómo se construyó mi identidad en la adolescencia", añade.

En este viaje iniciático, el artista se ha cruzado con Jack y Rose, los amantes del Titanic de James Cameron. "Si para mí no fue tan importante Titanic, ¿por qué de repente me convertí en un friki de Titanic?". Aunque Salas no es creyente ni su familia tampoco, advierte, se ha criado rodeado de la religión católica. Como cantante ha interpretado numerosos requiems en coros y misas, se sabe los textos en latín. Escarbando, se dio cuenta de que todo esto le construye y que no lo sabía. Así nace Romance con el discóbolo, una obra escrita en forma de misa, con Titanic y Dover entre otras referencias. La pieza llegará en junio al Teatro de La Abadía de Madrid.

Cartel de &#039;Romance con el discóbolo&#039;, de Mario Salas de Rueda

Cartel de 'Romance con el discóbolo', de Mario Salas de Rueda / Teatro de La Abadía

Seguimos con otra búsqueda de la identidad, huyendo de un país profundamente religioso como lo es Irán, una teocracia. Las noches malas de Amir Shrinyan es una obra escrita por Albert Tola y dirigida por Carlos Rodríguez Alonso, que acaban de traer a los Teatros del Canal. Es una mirada comprensiva a los jóvenes que buscan asilo en Europa, las normas, preguntas y humillaciones a las que se someten al llegar a la frontera.

Esther Berzal, Rodrigo García Olza, Carlos Lorenzo y Tomás Rodado interpretan Las noches malas de Amir Shrinyan, que nos cuenta la historia de un joven que dice ser iraní y homosexual, y que pide asilo político en España, ya que Irán castiga con pena de muerte la homosexualidad.

Escena de 'Las noches malas de Amir Shrinyan' / Carlos Rodríguez Alonso

La obra tiene dos fuentes de inspiración. Una de carácter social, otra más espiritual. Nos cuenta su autor, Albert Tola, que un amigo suyo, activista LGTBI en una asociación, ayudó a un chico a conseguir el asilo político en España por orientación sexual. Un día recibió una carta de este joven, agradeciéndole los papeles y la ayuda, pero confesándole también que es heterosexual. "Me pareció una situación dramática muy potente, porque revela la paradoja sobre la que pivota la obra. Si Amir es heterosexual, es echado de Europa. Si se revela que efectivamente es homosexual, corre el riesgo de volver a su país y que lo maten". La otra fuente es el amor que el dramaturgo siente por la poesía sufí y la literatura musulmana. Los versos del poeta Yalal ud-Din Rumi recorren la obra. "Le da un nivel místico más allá del social, conecta estos dos mundos, cada uno con sus cárceles opuestas, porque la obra aparentemente habla de Amir, pero en realidad habla de nosotros, Amir es un espejo en el que nos reflejamos los europeos", explica Tola.

Europeos marcados por la sociedad capitalista y de consumo en la que vivimos, coinciden los dos. Un consumismo que manipula nuestros deseos, que trata de imponernos qué es ser homosexual hoy. "Hay tantas maneras de sentir, vivir, relacionarse más allá de lo normativo", dice Rodríguez. La obra desmonta los prejuicios sobre la homosexualidad. "Amir ama, es lo importante, qué más da si ha tenido sexo con hombres o no". De todo ello hemos hablado con Albert Tola y Carlos Rodríguez Alonso en esta entrevista en los Teatros del Canal, donde paran hasta el próximo 14 de abril.

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La lluvia ha chafado muchas procesiones de Semana Santa, pero no ha frenado las ganas de viajar. El turismo sigue fuerte en España, especialmente el turismo de lujo. Acabamos de leer -y nos ha encantado- 'Estuve aquí y me acordé de nosotros', de Anna Pacheco, publicado por Anagrama. Es una radiografía sobre las dinámicas laborales del sector turístico, de cómo ha transformado a tantas ciudades, de las consecuencias indeseadas de este boom. La escritora y periodista barcelonesa se ha hecho pasar por sindicalista del sector de los hoteles de lujo para escribir este libro, que es ensayo y que es también periodismo gonzo. "Las ciudades están convirtiéndose poco a poco en una gran tienda de carcasas vacías, inquietantemente llenas y vacías a la vez. Ciudades al servicio del otro que evidencian el modelo que tenemos", nos explica Pacheco. No es un odio al turista, es un lamento por cómo suben los alquileres en las ciudades y un análisis de la precarización del sector.

Anna Pacheco

Anna Pacheco / Julia Ventura

Anna Pacheco ha acudido a reuniones entre los trabajadores y Recursos Humanos, ha entrevistado a 36 empleados de tres hoteles de lujo en Barcelona, donde la noche puede costar 15.000 euros. La escritora habla con ellos de los sueldos bajos, de las horas extra que nunca se pagan y del discurso que sostienen los directores de recursos humanos, casi siempre un hombre blanco, que repite términos en inglés, que juega el pádel y que intenta convencer de lo cool que es trabajar en estos establecimientos, para que olviden que son trabajadores y se conviertan en otra cosa. "Tienen que asimiliar que más que trabajadores, son anfitriones de esos espacios, son talento", explica.

Cubierta de &#039;Estuve aquí y me acordé de nosotros&#039;, de Anna Pacheco

Cubierta de 'Estuve aquí y me acordé de nosotros', de Anna Pacheco / Anagrama

Con ayuda de la jefa de Cultura y directora de El Cine en la SER, Pepa Blanes, repasamos las ficciones audiovisuales que también han enfrentado a ese turismo de lujo, muy blanco, con los trabajadores precarios que sirven a esa clase alta. The White Lotus es una de las series que menciona Pacheco en su libro, pero ricos de vacaciones es casi un subgénero de las películas y series recientes.

Hotel en Sicilia que sirvió para la serie The White Lotus

Hotel en Sicilia que sirvió para la serie The White Lotus

Termina marzo y no queremos despedirlo sin recomendarles otro de los libros no solo del mes, sino de lo que llevamos de año. Los escorpiones, de Sara Barquinero, publicado por Lumen. La joven escritora indaga en el internet más profundo, conspiraciones y foros de suicidio en una de las novelas más esperadas en el mundillo editorial.

Sara Barquinero: &quot;El capitalismo es un demonio contra el que no puedes luchar&quot;

Si nos escuchan, sabrán que de vez en cuando le hacemos también un hueco a los videojuegos, la industria cultural que más dinero mueve y que algunos en esta sección disfrutamos. Lo más destacado de este mes, junto a Final Fantasy VII del que les hablamos a comienzos de 2024, ha sido Alone in the dark. El videojuego de una saga que creó el género survival horror. Todo esto nos lo explica mucho mejor nuestro compañero del pódcast SER Jugones, Víctor Rodríguez.

Alone in the Dark, un reinicio muy clásico para el padre del terror
 
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