Jordi Nomen, profesor de Filosofía y Ciencias sociales: "A los adolescentes no les damos voz"

Madrid

Jordi Nomen, profesor de Filosofía y Ciencias Sociales en la escuela Sadako de Barcelona, acaba de publicar Cómo hablar con un adolescente y que te escuche (Editorial Arpa). Un libro en el que resume su experiencia de más de 30 años trabajando con adolescentes.

En la entrevista concedida a La Ventana, el autor ha asegurado que "hablamos mucho de ellos y de ellas y, en cambio, nos les damos voz, de ahí que en el libro incluya sus voces con textos que ellos han hecho. Hay que escucharlos con interés sin banazalizar, intentando también aprender porque es evidente que son generaciones distintas y por lo tanto hay que empatizar y entender cómo ven ellos el mundo sabiendo que nosotros, los que somos de otras generaciones nunca lo vamos a ver así".

El diálogo con los adolescentes pasa por dedicarles atención y dejarles hablar, muchas veces les cortamos en el discurso. "Es que con mi padre y mi madre no se puede hablar porque cuando le digo que tengo un problema ya me ha soltado un discurso", es uno de los reclamos que más escucha este profesor.

Sostiene que no se puede generalizar porque cada adolescente es distinto pero "escuchar no es hacer lo que quiere el otro, es tenerlo en consideración y a veces decartarlo porque tienen que vivirlo en su propia piel para entenderlo. Nosotros nos queremos adelantar y eso un mal recurso porque intentar quitar los obstáculos delante de la vida una persona les introduce en una burbuja de cristal, y la vida también es adversidad".

Partiendo de su experiencia de más de tres décadas trabajando con adolescentes, sugiere Nomen tratar de abrir canales de comunicación para cuando lo necesiten. Empecemos por preguntarle y hablando de lo que ellos prefieren hablar, la música, el deporte, las series que ven, o las relaciones con los compañeros, de eso quieren hablar por eso los canales hay que tenerlos abiertos, para luego poder hablar más en serio. Sin canal abierto es dificil que vengan", nos ha contado.

Recuerda Nomen que a los adultos siempre nos ha costado gestionar los cambios pero si hay apego en la infancia esto se vuelve más fácil. También es importante revisar nuestra propia adolescencia "no falsificar nuestra propia adolescencia porque es lo que tendemos hacer las personas", sentencia.