A nuestro amigo Francisco Sanz Requena
Este es el cronovisor que no nos hubiera gustado hacer nunca, pero alguien que ha aportado tanta sabiduría, tanto arte y tan buen hacer en nuestro programa, en SER Historia, se merece este pequeño homenaje que le hacemos
Nacho Ares (director de SER Historia) y el astrofísico y profesor José Francisco Sanz Requena durante un programa en Aguilar de Campoo / Ana Caballero
Nuestro amigo Fran ha sido no solo un profesional de primera magnitud sino también un amigo afectuoso dispuesto a comunicar sus inmensos conocimientos como él solo sabía hacerlo. En el cronovisor nos iremos, en esta ocasión, al 10 de abril de 2022 cuando celebramos “por todo lo alto” su cumpleaños en el Museo de San Joaquín y Santa Ana, de Valladolid.
Casi dos años después, el 17 de febrero de 2024, falleció a los 57 años nuestro querido amigo Fran, doctor en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid y miembro del grupo de Ciencias Planetarias del País Vasco. Reconocido y respetado en el mundo de la astrofísica, llegó a publicar sus investigaciones en prestigiosas revistas como Nature astronomy o en Nature, donde fue portada en 2011 por sus investigaciones sobre la gran tormenta blanca de Saturno (GWS).
Nació en Peñafiel (Valladolid), aunque con profundas raíces en tierras palentinas de las que era un enamorado. De hecho, fue director de la sección de Ciencia del Ateneo de Palencia. Pero si algo destaca de nuestro amigo Fran es su gran humanismo, su cercanía, simpatía y su forma de divulgar de manera amena, temas tan complejos como hablar de arqueoastronomía o de los calendarios lunares o cómo se detecta agua en los planetas y satélites de nuestro Sistema Solar o sobre las características de los exoplanetas que se han ido descubriendo.
Llegó a ser profesor titular de la Universidad de Valladolid, con una larga trayectoria docente en la que ha impartido clases de física, termodinámica, climatología, meteorología y, como no, de astrofísica y colaborado habitualmente no solo en SER Historia sino también en el podcast de La Escóbula de la Brújula donde siempre dejó una huella muy positiva y entrañable.
Tener un amigo como Fran ha sido un privilegio, y tras esta muerte tan repentina e inesperada, sabiendo lo que él sabía del universo, ahora es como tener una estrella brillante en la oscuridad de la noche. Una estrella que, sin duda, nos seguirá iluminando e inspirando.
