La metáfora de Francino para referirse a lo que está pasando en España, y a lo que debería pasar, tras el pacto PSOE-Junts
"En una dictadura, en la misma que alaban, algunos -no todos, ni mucho menos- de los que ayer se manifestaron, en una dictadura -como la de Franco- salir a la calle a protestar podía costar que te detuvieran, que te torturaran, que te metieran en la cárcel… y de vez en cuando incluso que te mataran"
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La metáfora de Francino para referirse a lo que está pasando en España y a lo que debería pasar
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Madrid
Esto es, efectivamente, 'La Ventana', ya no es 'SER Deportivos', pero quiero comenzar con una referencia al fútbol. Porque en el fútbol, cuando todo se descontrola y empiezan a darse patadones sin ningún sentido, lo más recomendable es bajar el balón al suelo y ponerle un poco pausa. Eso en el fútbol. En política, cuando lo que manda son los gritos, la bronca, y se escuchan cosas muy gruesas, entonces un buen remedio es coger perspectiva.
Estos días, por ejemplo, desde la derecha y la ultraderecha… que en algunos momentos parecen confundirse… se insiste en esparcir la idea de que Pedro Sánchez, los socialistas, quienes sean… nos han metido en una dictadura. Vamos a ver, a estas alturas, y ya en la cuenta atrás para el debate de investidura, resulta una obviedad constatar, por un lado, que sí, que el Partido Socialista ha conseguido tejer una red de pactos con muchas y distintas fuerzas políticas y que eso permitirá que Sánchez repita como presidente. Por otro lado, también es público y notorio que esta operación, al incluir como contrapartida -o como precio- una ley de amnistía para los independentistas catalanes, y además comprarles el relato del ‘procés’, ha generado un cabreo político y social de dimensiones enormes. Y no sólo en la derecha.
Bien, pues entonces, vuelvo a la metáfora del fútbol, si el partido está ahora mismo embarrado, con juego subterráneo, gritos por aquí y por allá… ¿cómo coger un poco de perspectiva? ¿O al menos cómo dejar en fuera de juego lo que contamina el debate?
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Muy fácil: con la memoria. La diferencia entre una democracia y una dictadura es que ayer centenares de miles de personas pudieron salir a la calle a poner a parir a quien creen que está haciendo mal las cosas. Y después de protestar se fueron a casa, tranquilamente. En una dictadura, en la misma que alaban, algunos -no todos, ni mucho menos- de los que ayer se manifestaron, en una dictadura -como la de Franco- salir a la calle a protestar podía costar que te detuvieran, que te torturaran, que te metieran en la cárcel… y de vez en cuando incluso que te mataran. Yo creo que es una pequeña diferencia. La que separa la crítica razonable y razonada, de la pataleta que pierde todo su valor cuando se apoya en mentiras y en exabruptos. Como el patadón ‘p’adelante’.
Por eso me gusta más el fútbol jugado con cabeza.
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