Andrés Lima: "Vivimos en una democracia, hay que defenderla y luchar contra la censura"

Andrés Lima es uno de los actores y directores de teatro más relevantes de la escena nacional. Premio Nacional de Teatro “por su constante labor de investigación artística y búsqueda de nuevas formas y estéticas teatrales, también se ha destacado siempre su compromiso social y activismo cultural.

Lima, uno de los fundadores de la compañía Animalario, inaugura la programación del mes de agosto del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida con el estreno de 'La comedia de los errores', de William Shakespeare, una adaptación escrita por Albert Boronat. El error como una forma de aprender, pero también un hábito que en ocasiones determina el destino de la vida, centra este lío shakespeariano con un elenco masculino -Pepón Nieto, Antonio Pagudo, Fernando Soto, Rulo Pardo, Avelino Piedad y Esteban Garrido- que se desdoblan para encarnar a múltiples personajes, también femeninos, en un ejercicio de malabarismo teatral, e intentarán descubrir al público una confusa trama ambientada en la antigua Grecia y tejida enredo sobre enredo.

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La comedia de los errores. ¿Un buen título para describir la situación política actual en España?

Bueno, sí, el error siempre es bienvenido, mucho más que la certeza, se aprende mucho de los errores y que se aplique el cuento el que lo vea oportuno. Yo me considero más como un error de la naturaleza que como un acierto, con lo cual creo que sí, creo que es oportuno. Además es una compañía que, aunque son todo hombres, es una compañía muy gozosa, muy reivindicativa de lo suyo y muy libertaria en sentido más humano de la palabra. Y después 'La comedia de los errores' es un juguete que hizo un Shakespeare joven, en donde ya estaba probando un montón de enredos de comedia heredados también un poco de la comida del arte, la comedia italiana. Nosotros hemos cogido esa función y le hemos dado la vuelta como un calcetín de alguna manera, la hemos hecho nuestra y la hemos dinamitado desde dentro para que a los errores de Shakespeare se le sumen los nuestros y que al final sea una una fiesta "errorífica".

Si uno lee una sinopsis de La comedia de los errores en Google o en Wikipedia, por ejemplo, más o menos queda claro de qué va. Dos gemelos, que se distanciaron en la infancia, que coinciden años después en una ciudad griega y ahí se produce un enredo, un equívoco. Esta es la idea, pero si uno lee la sinopsis que tú has escrito, la verdad es que es un disparate complejo de entender. ¿De qué va La comedia de los errores?

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Bueno, es un error explicarlo, lo mejor es disfrutarlo. El enredo viene de la equivocación, al haber una pareja de gemelos que va con otra pareja de gemelos y que se encuentran a una pareja de gemelas. El error, la equivocación y la situación cómica está servida. Es bonito ver cómo Shakespeare juega con el mero gag visual del error, pero también en juego está mucho el amor, la pasión, la hipocresía, la hipocresía de la moral. Por eso digo que es una compañía muy libertaria, porque Shakespeare se permite con la comedia un espíritu casi inmoral. A él le gustaba mucho pinchar a la iglesia puritana, que le cerraba el teatro cada dos por tres. Y en ese sentido se respira una libertad en todos los sentidos, por parte de los personajes, tremendo. Y nosotros le añadimos una cosa más. Es una comedia hecha para ser interpretada por unos 12, 13, 14 componentes, todos hombres. Nosotros hemos respetado el que los hombres asuman tanto papeles de mujeres como de hombres, pero son seis actores, seis actores prodigiosos, pero solo seis, así que hemos jugado con la imposibilidad de cubrir todos los personajes. A la suma de los errores de la trama, se suman los errores de la compañía y se establece un juego en el espectador muy divertido. Conoces cuáles son los problemas de una compañía que no tiene suficiente elenco o el suficiente dinero para cubrir la producción.

A propósito de la libertad y de la censura de la Iglesia puritana contra Shakespeare que dices, no sé si te preocupa que esté pasando hoy lo mismo con el PP y con Vox cancelando vetando obras, películas, libros, revistas. Eres un director muy comprometido, no sé si te preocupa que vayamos a todo lo contrario, a un teatro más blanco, de entretenimiento sin discurso político o no comprometido, no vaya a ser que lo tachen de adoctrinamiento.

Sí, pero como siempre eso depende de los ciudadanos. Por supuesto del poder y si el poder abusa de su poder, de su herramienta, ha de ser denunciado dentro de una democracia. sino quedará demostrado que no vivimos en una democracia y eso mismo es un cuestionamiento de quién detenta ese poder. Yo creo que hay que ejercer libremente el arte, defender la libertad de expresión es fundamental y luchar contra la censura es fundamental. Estamos en una democracia y supongo que nadie se atreverá a decir lo contrario, así que hay que reivindicar la libertad de expresión siempre.

A propósito de la hipocresía moral, te preguntas en la sinopsis que has escrito qué es verdad qué mentira, qué es lo correcto, qué es lo erróneo, qué es lo verdadero, qué es lo falso. ¿Son estas las grandes preguntas de nuestro tiempo? El tiempo de las noticias falsas, de las mentiras, de las manipulaciones.

Lo bueno de Shakespeare es que era un autor maestro de la ambigüedad. Te dice una cosa y no sabes si te quiere decir lo contrario. Incluso sexualmente, no sabemos si era homosexual, heterosexual, tuvo hijos, pero sabíamos que le gustaba un poco todo. La ambigüedad te cuestiona, el no tener clara una cosa, te hace preguntarte qué es lo mejor para ti, qué es lo conveniente o qué es lo necesario. A partir de un juego aparentemente superficial como el que plantea Shakespeare, al final sales cuestionado. De una manera muy divertida.

Estamos en Éfeso, una ciudad llena de fulleros, de magos capaces de engañar el ojo, de oscuros hechiceros, de brujas, de truhanes, charlatanes, pecadores, libertinos. Estamos en Éfeso, pero podríamos estar en cualquier ciudad de España. ¿Qué sociedad retrata Shakespeare y qué nos dice esta obra a los espectadores 500 años después de haberla escrito?

Sí, fíjate que Shakespeare los sitúa en la antigua Grecia, pero él mismo trabaja con la moda teatral del momento y le da igual, aunque sitúe que están en Éfeso, podrían estar perfectamente en cualquier barrio de Londres y podría ser transportable a cualquier barrio de Madrid, Barcelona o Logroño. Representa una sociedad burguesa en donde la moral, por ejemplo del matrimonio, es tan estricta como en la época de Shakespeare y la no moral, es decir, la hipocresía de la sociedad, del amante, de estar con otro mientras estás con uno, también empieza a hacer algo absolutamente cotidiano en esa época. Aquí está servido en parte por el equivoco de los que aparentemente quieren ser buenos y a todos les da igual ocho que ochenta. Hay intrínseco un libertinaje sexual que para mi gusto es muy sano y nosotros ahí nos hemos volcado mucho. Que los hombres hagan de mujeres, que por ejemplo la dama joven, que se llama Adriana, sea Avelino, que es un señor con bigote. Hace que la obra no solamente sea divertida, sino reivindicativa de que cada uno tiene el sexo que él mismo decide y esto se desarrolla con naturalidad en la obra.

Eres un director feminista, hace un año hablábamos de Tamora, una versión femenina y feminista de Tito Andrónico. En otoño nos presentabas Todas las hijas. ¿Es este tu toque feminista en esta obra?

Es el toque feminista o el toque gay si lo quieres llamar, el toque LGTBI y que en realidad todos somos iguales, es decir, no hay nadie que se pueda considerar normal frente a otros, como he oído decir en la campaña de Vox. Todos somos normales y todos somos anormales, todos somos iguales y todos somos diferentes y eso es lo hermoso. Y tratar con naturalidad eso, que yo esté flirteando con una mujer que me parece hermosísima y que me levante con un transexual y que tenga una experiencia maravillosa. En ese sentido el teatro es libre y yo puedo imaginar lo que quiera y es una lección de convivencia. Cualquier comedia de Shakespeare es una lección de convivencia.

No paras de crear, dirigir. Paraíso perdido es otro título de esta temporada, por ejemplo. ¿Qué tiene Andrés Lima para ser tan exitoso y de dónde sacas el tiempo? Porque te he escuchado alguna vez que el teatro necesita tiempo, mucho tiempo.

Bueno, yo me siento un poco Obélix de forma y de fondo, me caí dentro de un escenario de recién nacido. Es verdad que vivo prácticamente dentro del teatro, mis relaciones, mis amigos y mis amores están dentro del teatro. Paraíso perdido, Shock y todas las que he hecho, las he empezado a trabajar con bastante antelación. Son proyectos que tengo en la cabeza, este en concreto no es mío, es una propuesta de Pepón Nieto, pero con un mínimo de un año. Como el que quiero hacer ahora sobre la Guerra Civil u otro sobre prostitución, dos años trabajando en él. Construyendo a fuego lento, a base de talleres de investigación. Y parece que eres una especie de fábrica de churros, pero espero que sean churros de calidad y hechos a fuego lento.

Ya que mencionas Shock, en la tercera parte de esta trilogía que vas a estrenar con el CDN, hablas de la Guerra Civil Española y en una entrevista reciente decías que te preocupaba o una de tus mayores preocupaciones era el renacimiento en España y en el mundo del fascismo. ¿Hoy estás menos preocupado, más, igual de preocupado?

Bueno, estoy contento porque no ha podido hacer gobierno el PP y no los tenemos con las amenazas que había sobre todo hacia el mundo de la cultura, sobre todo de Vox. Pero no creo que sea un fenómeno extemporáneo. Yo creo que el proceso de ultraderechización de gran parte de la ciudadanía, en Europa, no solo en España, se debe a muchas cosas. Creo que es consecuencia de una política desde hace mucho tiempo y que tiene que mucho que ver con la banalización de las políticas neoliberales, que utilizan a la ultraderecha para llevar a cabo sus cometidos y que se protegen con el centro, según ellos dicen, pero para mí no hay tanta diferencia en la política del PP, por ejemplo, con la política de Vox. Es verdad que la radicalización de Vox es mucho más peligrosa para mí y mucho más demencial desde mi punto de vista como ideología, pero la dificultad para mí, dentro de las izquierdas, es que el humanismo o cualquier pensamiento humanista tiene muchos más matices y muchas más diversidades y por lo tanto mucha más dificultad de unificación. Ha pasado históricamente en todo tipo de elecciones entre bloques de izquierda a derecha, la derecha es un bloque más uniforme en el que se puede ser más moderado o menos, pero que tienen un objetivo normalmente común.