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Bruselas se abre a aceptar el veto de varios países a la importación de productos agrícolas de Ucrania y les destina una ayuda de 100 millones

La Comisión Europea (CE) va a otorgar 100 millones de euros a los cinco países afectados por el incremento de las importaciones agrícolas procedentes de Ucrania

Imagen de archivo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen / JULIEN WARNAND EFE

Bruselas

La Unión Europea ha decidido relajar su postura y se abre a aceptar el veto que han impuesto varios países a la importación de varios productos agrícolas de Ucrania. Este veto llega debido a las quejas de los agricultores de países como Eslovaquia o Polonia, que alegan que no pueden competir con el grano ucraniano, ya este está exento de aranceles. Desde Bruselas aceptan su no importación, pero solicitan que al menos permitan que pasen los productos a través de sus territorios.

Comisión Europea (CE) va a otorgar 100 millones de euros a los cinco países afectados por el incremento de las importaciones agrícolas procedentes de Ucrania, según indicó la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en una carta enviada a Polonia, Eslovaquia, Bulgaria, Hungría y Rumanía.

El paquete de 100 millones de euros para Polonia, Bulgaria, Rumanía, Hungría y Eslovaquia se sumaría a los 56,3 millones que la CE ya había aprobado otorgar a Varsovia, Sofía y Bucarest. "Ahora nos estamos preparando para presentar un segundo paquete de apoyo financiero de 100 millones de euros", señala Von der Leyen en la carta.

Fuentes comunitarias resaltaron que la CE presentará la propuesta sobre los 100 millones de euros "muy pronto" y que ese dinero servirá para ayudar a los cinco Estados miembros "a abordar y compensar a los agricultores por las pérdidas potenciales que han sufrido y están sufriendo por este aumento de las importaciones".

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Añadieron que aún no se ha tomado la decisión final sobre qué cantidad de los 100 millones corresponderá a cada uno de los cinco países. Los 100 millones se extraerán de la reserva de la Política Agrícola Común (PAC), que también se utilizó para los primeros 56,3 millones y que cuenta con 450 millones de euros al año para responder a cualquier crisis.

Además de los 100 millones, Von der Leyen plantea en la carta otras dos iniciativas. En ese sentido, la Comisión adoptará "medidas preventivas" sobre ciertas categorías de grano producido en Ucrania, como el trigo, el maíz, la colza y las semillas de girasol.

Las fuentes explicaron que esas medidas permitirán que las importaciones ucranianas entren en Polonia, Hungría, Rumanía, Bulgaria y Eslovaquia solo si van a atravesar esos territorios para ser exportados a otros Estados miembros o a países no pertenecientes al club comunitario.

Por tanto, no podrían quedarse en los cinco países próximos a Ucrania cuyos sectores primarios han experimentado dificultades los últimos meses por el aumento de las importaciones de la antigua república soviética. Con el plan de Bruselas, las mercancías agrícolas de Kiev estarían obligadas a abandonar Polonia, Hungría, Rumanía, Bulgaria y Eslovaquia, donde los productores ya no tendrían que competir con bienes como el cereal ucraniano, con precios considerablemente más bajos que los locales.

La Comisión Europea se plantea que esas medidas "preventivas" estén en vigor hasta el final de junio. Las fuentes indicaron que para adoptar esas iniciativas el Ejecutivo comunitario no necesita el visto bueno de los Estados. Añadieron que, como se trata de una medida para toda la Unión Europea, los países del este que han anunciado vetos en los últimos días a las importaciones agrícolas ucranianas estarían obligados a retirarlos.

"Sustituiría las medidas unilaterales", comentaron, y agregaron que el plan de la Comisión no contempla volver a introducir derechos arancelarios. Por último, el Ejecutivo comunitario pondrá en marcha una investigación sobre otros posibles productos sensibles.

Las fuentes comunitarias asumieron que los productos ucranianos se quedan en países como Polonia porque es mucho más barato que permanezcan allí, en vez de transportarlos a Hamburgo, Amberes o las repúblicas bálticas. Para resolver ese problema, Bruselas tiene previsto organizar convoyes de camiones, trenes o embarcaciones por el Danubio, según las fuentes.

El vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, se reúne este miércoles para tratar las tres propuestas con los ministros responsables de los países de la UE más afectados por el aumento de las importaciones ucranianas y con sus homólogos de Ucrania. En ese encuentro también participa el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski.

El sector primario de países próximos a Ucrania, como Polonia, Rumanía o Bulgaria, se está viendo afectado en los últimos meses por el aumento de las importaciones de productos agrícolas ucranianos, a los que la UE ha retirado los aranceles para apoyar a Kiev ante la invasión rusa.

Parte de los productos agrícolas ucranianos se están quedando en los mercados de sus países vecinos a precios considerablemente más baratos que los que pueden ofrecer los productores locales. En ese contexto, Polonia, Hungría, Eslovaquia y Bulgaria habían anunciado vetos temporales a las importaciones agrícolas ucranianas.

 
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