Final feliz para Arena, la niña que llevaba el corazón en una maleta
Con 13 años y un problema cardíaco, el trasplante era la única solución para Arena. Pero hasta que llegara el donante, la conectaron a un corazón "portátil", que le permitió salir del hospital.
Final feliz para Arena, la niña que llevaba el corazón en una maleta
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Madrid
Arena nació con una miocardiopatía, pero supervisada con controles médicos, vivió perfectamente 12 años, hasta que el verano pasado su corazón empezó a fallar. Necesitaba con urgencia un trasplante. Durante meses tuvo que estar ingresada en el hospital, algunos en la Unidad de Cuidados Intensivos. Y estando en la lista de espera, los médicos del Hospital Público de la Paz la conectaron a un corazón artificial que insertaron en una especie de maleta pequeña de cabina.
Es la primera vez que en España se introducía en un dispositivo pequeño. "Esta consola es como si fuera un trolley para meterlo en un avión. Actualmente todo lo que eran 60 kilos y ruedas pequeñas se ha convertido en 8 kilos y ruedas grandes. Con este sistema ella podía andar perfectamente, darse un paseo, y la gente por la calle no la miraba porque parecía que llevaba una maleta. Pasaba desapercibida", explica el Doctor Luis García Guereta, jefe clínico de cardiopatía infantil del Hospital La Paz y uno de los responsables del programa de trasplante cardiaco en niños.
Arena, pegada a su corazón artificial, del que no se despegaba ni para dormir, pudo tener "relativa autonomía" y un día incluso pudo salir del hospital para ir al cine con su familia, sus amigos y sus médicos, que en todo momento durante la película, estuvieron pendientes de si pitaba el corazón. Y la maquina no falló, explica el Doctor.
Y llegó el corazón
Los padres de Arena lo recuerdan cómo el día más bonito de su vida cuando recibieron una llamada de teléfono. "Arena, hay un corazón para ti", nos dijo el cirujano y el equipo médico que les estaba esperando cuando llegaron al hospital. Fue lo más bonito del mundo, porque ese día, Arena se olvidó de su dispositivo y empezó a hacer una vida normal con su corazón nuevo. Volvió a nacer ese día", explica su madre, Marisa.
"De la rutina pasamos al sock. Fue cuestión de horas. De una día para otro. Fue una sensación emocionante pero a la vez teníamos miedo porque no era una operación fácil", nos cuenta el padre, Roberto. El trasplante salió bién. Arena ha cumplido ya 14 años. Poco a poco, nos cuenta, va recuperando su vida, puede quedar con amigas, pronto irá al cole, y tras su experiencia incide en la importancia de donar. "A la familia del donante se lo agradezco mucho. A mí me han dado la vida".
¿Cómo es el corazón portátil?
Hasta ahora, estos dispositivos tenían un peso de 80 kilos, lo que limitaba la movilidad. Esta nueva consola, con solo nueve, no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también les permite mantenerse activos y llegar a la intervención quirúrgica en un mejor estado físico. Ha sido el Hospital público La Paz de la Comunidad de Madrid el primer centro sanitario en España que ha implantado esta consola para controlar el corazón artificial de la pequeña Arena, de 13 años cuando estaba a la espera del trasplante cardíaco. Este aparato, que ha sido implantado en 85 personas a nivel mundial, supone una mejora muy significativa en su rehabilitación y un primer paso para que en un futuro próximo puedan ser, incluso, manejados en el domicilio a la espera de recibir el nuevo órgano.
Los dispositivos de asistencia ventricular se utilizan para mantener al enfermo crítico en una situación estable como puente al trasplante cardiaco. Este aparato ayuda a bombear la sangre desde el corazón en casos de insuficiencia cardíaca severa. La Paz, el hospital de España que más trasplantes pediátricos realiza, también fue el primer centro del país que utilizó en 2006 un sistema artificial en un paciente pediátrico. Desde entonces este centro de la red pública de la Comunidad de Madrid ha implantado 43 corazones artificiales en niños.
“Ir al cine fue uno de los mejores días”: la historia de Arena, la niña de 13 años, que ha podido salir del hospital gracias a una consola cardíaca portátil
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