Tribunales

El juez ordena el ingreso en prisión incondicional para el atacante de Algeciras

El detenido ha respondido al interrogatorio y la causa ha sido declarada secretar por el juez Joaquín Gadea. En un principio el investigado está acusado de un delito de asesinato terrorista y un delito de lesiones terroristas

El atacante de Algeciras, camino a la cárcel

El atacante de Algeciras, camino a la cárcel

Madrid

El juez ha ordenado el ingreso en prisión incondicional para Yassin Kanjaa, el hombre que atacó la pasada semana a varias personas en dos iglesias de Algeciras (Cádiz) causando la muerte del sacristán de una de ellas. El Ministerio Público alegaba para sustentar su petición el riesgo de fuga, la posible ocultación de fuentes de prueba y el riesgo de que el detenido vuelva a cometer hechos delictivos. Kanjaa pasó este lunes a disposición judicial después de haber sido interrogado a fondo por la Policía durante cuatro días. El detenido ha respondido al interrogatorio y la causa ha sido declarada secretar por el juez Joaquín Gadea. En un principio, el investigado está acusado de un delito de asesinato terrorista y un delito de lesiones terroristas.

El juez Gadea tomó declaración a Kanhjaa tras su detención el pasado miércoles por el atentado mortal que costó la vida al sacristán Diego Valencia y causó heridas graves al sacerdote Antonio Rodríguez Lucena en Algeciras (Cádiz). De esta declaración, el magistrado extrajo que fue totalmente consciente de sus acciones y que asesinó al sacristán de forma deliberada. Ante el juez, el detenido también declaró que su intención era matar a todos los sacerdotes que se encontraban en la iglesia y que también pretendía acabar con los musulmanes que no siguen los preceptos del Corán. Gadea sostiene que se autodoctrinó en el último mes y medio y que actuó solo y sin ayuda de terceros. Su objetivo final era causar terror y desestabilizar la paz social. El juez considera que puede haber riesgo de fuga y de reiteración delictiva y por eso le manda a prisión incondicional.

En el auto por el que se autorizó el registro en el domicilio del investigado, el juez consideraba que los hechos pueden constituir un delito de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas, y relaciona la acción con el salafismo yihadista puesto que pretendía "alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror, lo que habría podido motivar la actuación criminal".

El hombre estaba ilegalmente en España y había un expediente de expulsión abierto en su contra. Las autoridades marroquíes han indicado que había estado en tratamiento psiquiátrico en Tánger, por lo que previsiblemente tendrá que ser valorada su situación mental. Según la versión de la Policía, el detenido entró en la Iglesia de San Isidro con intenciones desconocidas. Una vez allí, comenzó a discutir con las personas que estaban en el templo manifestando “de forma vehemente que la única religión que hay que seguir es la religión islámica”.

Tras abandonar el lugar “profiriendo mensajes en árabe cuyo contenido se desconoce”, volvió sobre las 19.40 horas. Desde el exterior comenzó a proferir “gritos en árabe”. Una vez finalizada la misa, el sacerdote bajó del púlpito para ver qué estaba ocurriendo. En ese momento, el hombre “portando en su mano un machete de grandes dimensiones y de forma súbita” agredió al cura “causándole lesiones de gran gravedad” y atacando también a otra persona que se encontraba en el templo. El sacerdote se encuentra ya fuera de peligro.

Entonces Yassine huyó y acabó en el centro católico Virgen La Palma donde encontró al sacristán al que causó las primeras lesiones. El sacristán lo siguió fuera del recinto. “Una vez que se encuentra en el centro de esa plaza es alcanzado por el atacante quien una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra ‘Allah’ (Alá) le asesta una última estocada mortal”, dice el auto del juez.

Después de este suceso, el hombre se dirigió con total tranquilidad a la ermita Europa ubicada en esa misma plaza, “e intenta acceder al interior”. Fue allí donde fue detenido por la Policía Local sin ofrecer resistencia y se le trasladó a un centro médico para recibir asistencia facultativa. En ese momento gritó en varias ocasiones “Allahu akbar” (Alá es grande).

 
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