Sociedad

Cientos de estudiantes rusos se refugian en España huyendo de la guerra

La Comunidad Valenciana escolariza a más de 6100 alumnos de Rusia este curso y ha pedido al Gobierno poder destinar los fondos previstos para estudiantes ucranianos también a otros refugiados

Una maestra ayuda en clase a una niña ucraniana. EFE/Marcial Guillén / Marcial Guillén EFE

Madrid

En el Instituto Mediterráneo de Torrevieja estudiaban la semana pasada 79 alumnos rusos. Su director Manuel Albadalejo explica que habla de "esta semana" porque el trajín de estudiantes es constante y la cifra cambia constantemente. También tienen escolarizados a 120 refugiados ucranianos: "Es una situación compleja. Además en Torrevieja tenemos un pequeño déficit en cuento a plazas escolares y nos encontramos con unas ratios (número de alumnos por clase) de 31,32, y 33 alumnos... que añadido a esta diversidad cultural y lingüística se convierte en un reto de primer nivel".

El Mediterráneo es un instituto grande y están acostumbrados a la pluralidad. Allí estudian más de 1.100 alumnos de 47 nacionalidades. Con la llegada de ucranianos al inicio de la guerra han recibido entre cinco y seis profesores refuerzo. La prioridad , destaca su director, es conseguir que los alumnos ucranianos y rusos aprendan español lo antes posible: "Nosotros tenemos 815 alumnos matriculados en la secundaria obligatoria y de esos hay 100 que tienen graves dificultades con el idioma", subraya Albadalejo. "El auxiliar de conversación ucraniano - que trabaja con ellos en el centro desde marzo - ha sido también un apoyo muy importante porque , además de la dificultad en la atención educativa de estos alumnos, uno de los pilares fundamentales es la colaboración de las familias".

En que aprendan el idioma están también focalizados en el colegio público Los Dolses de Orihuela. El centro, donde estudian 650 menores de 57 nacionalidades, tiene este curso 47 alumnos rusos, el pasado eran 25, y otros tantos alumnos ucranianos. En total los estudiantes refugiados superan el centenar nos cuenta Isaac Bonafé, su director: "Un 40% tiene un desconocimiento del idioma, cuando hablo de desconocimiento es que saben lo justo justo. Tenemos un 30-35% que pueden defenderse pero que puedan seguir el ritmo de clases como un niño de Madrid tenemos un 25%". Como en el instituto de Torrevieja los alumnos entran y salen constantemente "ayer llegaron 20, sólo uno español, y es todo el rato así. Yo matriculé el año pasado fuera del periodo ordinario a 170 alumnos". Bonafé dice que eso les ha ayudado a gestionar la llegada de ucranianos y rusos a causa de la guerra "estamos acostumbrados" y añade que en cualquier caso han ayudado mucho los recursos extra asignados por la consejería de educación para atender a los refugiados ucranianos: "Ahora tenemos unos 10 docentes extra y, entre ellos, una auxiliar de conversación ucraniana que nos sirve también para integrar a los rusos, para que se adapten al centro y a una nueva cultura, porque ella habla los dos idiomas".

Refugiados de primera y de segunda

Lo que sí lamenta Bonafé es la diferencia en las ayudas que reciben unos y otros alumnos según su nacionalidad ya que las ayudas están previstas para los ucranianos: "Parece a veces que hay refugiados de primera y de segunda y eso es triste. Imagínate nosotros en un cole donde hay tantas nacionalidades y que estén articulados recursos económicos sólo para algunos. Por ejemplo, la beca de comedor sólo está para ucranianos. Entiendo que las cuestiones presupuestarias son complicadas y se hace lo posible, a través de servicios, sociales para atenderlos a todos".

Ampliar las ayudas previstas para los ucranianos - recibidas de los fondos europeos - a otros refugiados de la guerra de Putin es la petición que ha hecho la Comunidad valenciana al ministerio de Educación. Miquel Soler, secretario autonómico de Educación y FP, asegura que lo propusieron hacer un par de meses "dado que se estaba ampliando de una manera muy significativa el número de estudiantes rusos solicitamos que se planteara que la Unión Europea diera también algún tipo de ayuda por este motivo. El ministerio tomó buena nota y dijo que compartía totalmente la necesidad y que lo propondría a la UE". La Comunidad Valenciana ha recibido, con diferencia, a la mayoría de refugiados desde que empezó la guerra en Ucrania. Los centros de la comunidad escolarizan a 13.000 de los 30.000 alumnos ucranianos que han llegado a España, prácticamente la mitad, y a más de 6.100 rusos. Ninguna otra comunidad ha pedido fondos extra para alumnos de Rusia, un indicio de que ninguna ha recibido alumnado de forma significativa. Soler señala que en el caso de los rusos, en general son estudiantes de mayor edad que los ucranianos "hay más que están ya en Secundaria y Bachillerato, sobre todo en esta etapa, porque se supone, aunque muchos no lo dicen, que están intentando escapar de que los llamen a filas".

Un destino conocido

La llegada a la Comunidad Valenciana no es casual. Allí ya había una comunidad ucraniana, y también rusa, muy importante antes de la guerra. Especialmente en el sur de Alicante, en municipios como Orihuela o Torrevieja. De hecho Manuel Albadalejo, el director del Instituto Mediterráneo, señala que los primeros alumnos ucranianos que recibieron en el centro tenían casa en la costa valenciana: "A la hora de acreditar su domicilio en la ciudad, en su mayoría , los alumnos eran de familias propietarias de viviendas. Muchos de los que vinieron en la primera oleada venían a su segundo domicilio". Coincide Isaac Bonafé , director del colegios Los Dolses en Orihuela, "los primeros ucranianos que llegaron eran de un poder adquisitivo muy alto. Parece que tenían contactos en el Gobierno estaban bien informados y salieron del país. La gente de a pie, o el pobre desgraciado, no pudo salir". La situación cambió con el paso de los meses : "Derepente empezaron a salir rusos, moldavos, polacos también... y esos son los que están un poco olvidados a la hora de las becas y ayudas. Parece que sólo existe ucraniana pero hay una población rusa afectada que ha sufrido y ha tenido que huir bien porque no quiere luchar o porque le ha pillado en una zona de conflicto".

Ampliar las ayudas

La Comunidad Valenciana ha recibido de Educación algo más de 7 millones de euros de los 13,5 de fondos europeos de ayuda a la escolarización de ucranianos. El dinero, repartido en la última reunión entre el ministerio y las autonomías, sirve para sufragar las nóminas de docentes extra o auxiliares de conversación, tremendamente necesarios. Miquel Soler recuerda además que los contratos de estos auxiliares expiran a final de año. "Ese apoyo acaba ahora, el 31 de diciembre, con lo cual planteamos la necesidad de ampliarlo" . Para 2023 está previsto que el presupuesto crezca en otros 70 millones a repartir entre las 17 comunidades autónomas.

En los centros con más alumnos refugiados la petición principal es disponer de esos recursos para poder reducir los alumnos por clase. "Necesitamos de alguna manera reducir la ratio que tenemos en las aulas", repite Miguel Albalejo del IES Mediterráneo. "La presencia de tres o cuatro alumnos en un grupo de 32 o 33 alumnos que no saben nada de español dificulta la labor docente y los recursos adicionales que se mandasen o cualquier medida que nos permitiese reducir la ratio sería extraordinario. En caso contrario nos va a costar muchísimo esfuerzo".

Buena convivencia

En las clases, explica, el tema de la guerra no se toca. Sí lo hicieron al principio "En las primeras semanas se intentaba tratar el tema como una forma de hacerles ver ( a los alumnos) que son circunstancias que suceden", cuenta Albadalejo. "Era muy insistente la necesidad de tener que pedirles que apagasen el teléfono o que dejasen de contestar a mensajes o consultar noticias o videos en youtube... pero era una reacción normal. Ahora mismo el tema de la guerra realmente no es un tema que tratemos ni tampoco que los alumnos requieran de una necesidad de desahogo. Intentamos que su realidad sea lo más parecida a la del alumnado ordinario".

La convivencia entre alumnos ucranianos y rusos , y entre sus familias, es buena. Isaac Bonafé, director del CEIP Les Dolses, afirma incluso que "puedo dar fe, porque conozco casos, de ucranianos que han dado trabajo a rusos". En la puerta del centro se ha visto evolucionar el conflicto en las conversaciones entre las familias: "Cuando comenzó la guerra, los primeros días, se hacían corros en la puerta: estaban los rusos en un lado y ucranianos y otras nacionalidades afectadas en otro. Cuando fue agravándose no se quedaba nadie. Había como tensión y recelo. Ahora con el paso del tiempo hay cordialidad . Incluso a veces nosotros necesitamos hablar con algún padre, y yo no sé si es ruso o ucraniano, sólo pregunto si alguien habla ruso o ucraniano y se ofrecen a traducir unos padres a otro. No hemos visto ningún conflicto aquí".

 
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