Resistir es vencer

Resistir es vencer. Lo primero que tendrá que aprender el nuevo primer ministro británico es hacer lo contrario que su predecesora. La difunta, políticamente hablando. Liz Truss. quiso parecerse a su heroína más reciente, Margaret Thatcher. Ni siquiera eso consiguió. La Thatcher para lo bueno, su capacidad de liderazgo. Lo malo, la falta de compasión y lo muy malo, la protección a Pinochet cuando este estaba refugiado en Londres, perseguido por el juez Garzón. Estaba hecha de otra pasta.

En 1980, en plena crisis de popularidad, cuando aún no había aparecido en el horizonte la guerra de las Malvinas, Thatcher lo dejó claro en el Congreso del Partido Conservador. Dijo a sus conmilitones "gira tú si lo deseas. La dama no se va a girar" y se mantuvo hasta que le echaron una década después. Esto es algo parecido a lo que recomendaron a Felipe González y que este llevó a máxima de su vida política, según cuenta Sergio del Molino. Si te afligen, te aflojan. Son tan frágiles los gobiernos que están construyendo en Europa para sobrevivir que habrán de hacer suya aquella sentencia de la misma familia que las anteriores: resistir es vencer.