Lo de 1981

Madrid

Cuando fue publicada, muchos pensaron que la canción “Killer’s Eye” de The Kinks estaba inspirada en Mark David Chapman, el asesino de Lennon. Que se publicara sólo unos meses después de la muerte del exbeatle ayudaba en esa teoría, pero la realidad es que Ray Davies la escribió pensando en Ali Agca, el joven turco que en 1981 disparó contra el Papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro. No fue el único tiroteo contra una personalidad en plena calle que vivimos aquel año: el presidente Reagan también sufrió un atentado cuando salía de un hotel en Washington, en un suceso que recuerda a lo que vimos hace sólo unas semanas en Buenos Aires con la ex presidenta Cristina Fernández.

Los que ese año sí dedicaron una canción a Lennon fueron Queen pero el tema no tuvo mucho impacto porque coincidió con su gran lanzamiento de aquel momento. Hoy el amigo versiona “Under Pressure”, que grabado con la colaboración de David Bowie fue el gran éxito de Queen en aquel momento. Nunca pudimos ver al Duque interpretarla en directo con Freddy Mercury, pero sí muy recordada la actuación con Annie Lennox precisamente en el concierto homenaje al líder de Queen, fallecido en 1991 por una bronconeumonía complicada por el VIH.

La aparición del virus del SIDA fue una de las grandes noticias de aquel año. El 1 de diciembre se registró oficialmente el primer caso de una enfermedad sobre la que justo esta semana hemos sabido que se recupera el número de pacientes en tratamiento después del olvido que trajo la pandemia, aunque aún estamos por debajo de las cifras de 2019.

De aquel 1981, en lo que tiene que ver con la información, nos queda también la renuncia de los Reyes de España a asistir a la boda de Carlos y Diana al saberse que su primera parada en la luna de miel sería en Gibraltar; y en lo musical, recordamos “Bette Davis’ Eyes”,, el gran éxito de Kim Carnes, que en realidad es una versión de la canción con aire jazz de Jackie Shannon.

La propia Bette Davis agradeció a Kim Carnes la canción porque le había vuelto a hacer famosa entre los amigos de sus nietos. Emotivo gesto de una estrella del cine en tiempos en los que entrar a ver una película en pantalla grande costaba en nuestro país 130 pesetas. Al cambio, y con la inflación, eso serían hoy menos de 4 euros…