Las ciudades se quedan sin árboles

Entre el millar de especies de árboles que están desapareciendo de las ciudades hay muchas emblemáticas como los robles, los arces, los álamos, los olmos, los pinos y los castaños.

El aumento del calor y la prolongación de las sequías ha puesto ya “en riesgo” la supervivencia estos auténticos “pulmones verdes” según advierte esta nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Sidney Occidental, en Australia, y que ha analizado los millones de datos que contiene el Inventario Global de Árboles Urbanos.

Su estudio ha sido publicado por la revista “Nature Climate Change” y contiene también importantes recomendaciones como mejorar la protección de los espacios verdes urbanos, reducir la contaminación del suelo y el aire y plantar variedades que sean más resistentes a la sequía.

Beneficios en peligro

Los árboles aportan múltiples beneficios a las ciudades: son capaces de bajar las altas temperaturas al proporcionar una refrescante sombra, hacen de pantalla para los ruidos del tráfico, mejoran la salud física y mental de las personas al reducir el estrés, proporcionan oxígeno...

"Todos estos beneficios son proporcionados principalmente por grandes árboles maduros, por lo que debemos asegurarnos de que lo que estamos plantando hoy llegue a la etapa en la que puedan brindar todos esos beneficios para las generaciones futuras", ha explicado a a BBC News Manuel Esperon-Rodriguez, investigador de la Universidad de Western Sydney.

El crisis climática afecta, de forma más grave, a las especies de árboles que viven en ciudades de regiones tropicales y en países vulnerables como India, Níger, Nigeria y Togo. Sin embargo, en su informe, este equipo de investigadores australianos también destaca la mala situación de los árboles de grandes urbes como Londres, porque su clima es cada vez más seco.

Árboles afectados en Madrid y Valencia por las olas de calor

Desde el parque de El Retiro, Agustín Rodríguez Sahagún cuenta que Filomena fue un gran punto de inflexión. En Madrid hay 1.700.000 árboles y casi la mitad se vieron afectados por el temporal. Tras la gran nevada, el ayuntamiento plantó más de 100.00 árboles pero casi 50.000 se han secado este verano debido las olas de calor.

También debido al calor extremo, hace unas semanas, cayó una rama de más de 2000 kilos de uno de los ficus que se encuentran en el jardín histórico del Parterre en Valencia, provocando cuatro heridos leves. Manuel Gil nos comenta que este suceso ha provocado la activación de un plan de vigilancia de los árboles monumentales, que ha llevado a la poda de algunos de ellos.

Hierba en el suelo para combatir el calor

Después del confinamiento, el Consorcio de Santiago se dio cuenta de que en las calles compostelanas habían crecido muchas hierbas y musgo. El departamento de botánica de la universidad de Santiago está investigando si hay que arrancar esas hierbas pero, por lo pronto, ha hallado que las plantas que crecen entre losas de las aceras consiguen reducir hasta en 30 grados la temperatura del suelo en días de calor intenso.

Miguel Serrano Pérez es miembro de este departamento y ha explicado en La Ventana que "el sol no calienta el aire, sino el suelo". "Si tienes un porcentaje de zonas que quedan frescas por las plantas, el calor que emana es mucho menor", ha comentado el investigador. Serrano opina que las ciudades deberían incluir estas hierbas en el plano urbanístico de las ciudades para combatir las olas de calor que se esperan los próximos veranos.