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José Luis Rebordinos: "Este es el mejor año para el cine español y no solo aquí en San Sebastián"

El festival de San Sebastián afronta su 70 aniversario sorteando la inflación, las polémicas y potenciando el cine español

El director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, posa durante una entrevista. EFE/ Javier Etxezarreta / Javier Etxezarreta EFE

San Sebastián

Tras dos años con aforo reducido y extremas medidas de seguridad, el Festival de San Sebastián llega mucho más liberado a este edición, la número 70, que arranca este viernes y que tiene un gran número de películas españolas. Modelo 77, el thriller sobre la famosa cárcel de Barcelona, que dirige Alberto Rodríguez, es la inauguración, de un certamen que ha tenido ya sus primeras polémicas y sus contratiempos. Para empezar, Glenn Close, la presidenta del jurado, ha cancelado su visita por una emergencia familiar. Para continuar, dos películas de sección oficial, Sparta y Pornomelancolía, han sufrido acusaciones de sus actores, por explotación laboral. Toronto ha optado por cancelarlas, San Sebastián las mantiene. Por si fuera poco, la inflación que sufre la economía europea también está afectando al festival, que recupera las alfombras rojas con público y hasta las fiesta.

¿Cómo enfrenta esta edición aniversario del festival?

Yo llego con mucha ilusión porque es como el festival de la vuelta a la normalidad. Después de dos años muy raros, con un 40% y un 80 por ciento de presencialidad, pues sí, este es el festival en que volvemos a esperar que esté todo el mundo, donde va a haber fiestas, donde va a haber cócteles, con los aforos al 100%, donde va a poder la gente ir a lo a las alfombras rojas, a la entrada del hotel donde llegan las estrellas, el hotel María Cristina. Lo hacemos con mucha ilusión. Y por supuesto, muy cansados. El último mes es muy duro, pero es que es parte del juego y del trabajo. Lo que hace falta es tener fuerza suficiente para llegar al domingo 25. Esa es la clave.

El festival ha decidido mantener en la sección oficial Pornomelancolía y Sparta, dos películas cuyos directores han sido acusados de acoso laboral, Toronto las ha eliminado, ¿por qué se ha tomado esa decisión?

No quiero hablar de un festival amigo al que respeto y tengo mucho cariño. Pero creo que estamos en un momento en una situación que me parece muy peligrosa. Mi pregunta es cada vez que alguien haga una acusación contra una película, ¿la levantamos de las programaciones? Porque va a ser un sistema muy fácil para hacer daño a las películas. Cuando alguien quiera hacerles daño, la levanta y punto. Nosotros lo tenemos muy claro. Es decir, nosotros vamos a seguir defendiendo el principio de inocencia frente al de culpabilidad, que parece que ahora se establece en muchos ámbitos, sobre todo en las redes sociales. Yo he visto las dos películas, no hay nada en ninguna de las dos que me parezca que tenga ningún problema. Sparta trata un tema muy complejo y es muy perturbadora, pero muy perturbadora por lo que no se ve. Lo complejo está en off, está en tu imaginación. No hay una sola secuencia realmente problemática en la versión que he visto. Y luego ya lo que haya podido pasar un rodaje, como puedes comprender, yo no tengo nada que decir. Yo no estaba allí, ni soy policía, ni voy a investigarlo ni a juzgarlo. A mí me sorprende mucho cuando un medio de comunicación vierte acusaciones tan graves contra unos productores y un equipo. Yo si tuviera pruebas de eso y lo creyera, antes de sacarlo a la luz, iría al juzgado a denunciarlo. Me parece muy sospechoso cuando se vierten acusaciones tan graves y no vas inmediatamente a denunciarlo. Para nosotros lo único que podría hacer que retiremos una película es una orden judicial. Nosotros respetamos la ley y pensamos que la ley la tienen que establecer los jueces, no los ciudadanos desde su casa, ni desde un tuit, ni ni de un medio de comunicación, estableciendo quién es culpable o quién es inocente. Para eso están los jueces y nosotros siempre respetaremos la ley. Si un juez dice que la película tiene algo que debe impedir la prohibición, nosotros lo cumpliremos.

¿La ausencia en el último minuto de Glenn Close, presidenta del jurado, ha sido un jarro de agua fría?

Sí, totalmente. Es una mujer espléndida y una gran actriz. Pero bueno, esto son cosas que pasan en la vida. A mí lo que me preocupa ahora es que lo que esté pasando en su familia sea lo menos grave posible y evolucione de la mejor manera posible y que incluso su familia sufra lo menos posible. Eso es lo importante ahora. Lo demás, en el fondo, son problemas sin importancia, que tengas que cambiar al presidente de un jurado, no es nada frente a las tragedias humanas. Espero de que vuelva el año que viene. Desde luego le guardaremos el hueco para cuando quiera.

En esta edición hay mucho cine español, ¿es la mejor cosecha en los últimos años?

Es muy relativo, pero para mí es uno de los mejores años que yo he conocido de cine español. Lo han corroborado los grandes festivales y yo no conozco ningún año en que, empezando con Cerdita en Sundance, sigamos con tres películas importantes en Berlín y tengamos tres películas importantes en Cannes y luego Karlovy Vary y Venecia. De alguna forma, la industria internacional respalda al cine español. Es curioso, porque es un cine muy variado, Yo que sé de la película Alberto Iglesias, el Modelo 77 que inaugura este San Sebastián. Luego está Pilar Palomero. Todas me parecen interesantísimas y son totalmente diferentes. Por eso creo que es un momento muy bueno y muy heterogéneo. Tal vez, de mis 12 años como director, sea el mejor año de cine español en general, no solo en San Sebastián.

¿Se nota la inflación en esta edición de San Sebastián o el miedo al encarecimiento de los precios será para el año que viene?

Es un año raro porque recuperamos el festival completo. Había que recuperar los sponsors y el presupuesto. Notamos que todo ha subido muchísimo y eso es un problema. Un viaje desde Los Ángeles en Business que nos costaba 3.500 euros, ahora cuesta 8000, así como ejemplo. Todos los proveedores han subido sus precios, como es normal, porque realmente todo ha subido. Es un año problemático desde el punto de vista económico, supongo que nos esperan otro par de años complicados.

¿Alguna favorita o alguna película que no debamos perdernos?

No puedo defender ninguna por encima de otra. Lo que pasa es que sí puedo decir que sí hay óperas primas que han entrado en la sesión oficial, pues es que han gustado. Me refiero a Suro de Mikel Gurrea. O segundas películas como la Maternal. Eso significa que al comité de selección le ha gustado mucho. Creo que lo bonito de la sección oficial es que es una mezcla de directores consagrados y otros noveles, con nuevas propuestas. Eso es lo que intentamos. A veces sale mejor y otras peor y este año ha cuadrado todo bastante bien.

También vuelven las fiestas...

Es muy importante. Primero, porque yo creo que un festival tiene que tener momentos de fiesta, de pasarlo bien. Y luego los que trabajamos en la industria del cine, sabemos que en los festivales y en las fiestas también se trabaja. Es decir, que las fiestas se pasa bien, pero se hace negocios, se intercambian opiniones, experiencias, que también son muy importantes.

Tik Tok es patrocinador del festival, ¿hasta qué punto las redes sociales y esta forma de comunicar cambia la información de un festival de cine o, incluso, su esencia?

Nos tenemos que ir adaptando. Yo tengo ya una edad y, a veces, me cuesta. Intento rodearme de gente joven que tiene otras formas de relacionarse con el mundo. Yo no tengo TikTok, pero me pienso hacer uno. Es algo que siguen tantos millones de personas, que debe ser también interesantísimo. Ante eso a veces tenemos muchos prejuicios. Yo he visto de todo, desde tonterías, cosas para adolescentes, pero he visto cosas interesantísimas. Creo que hay que estar abiertos a nuevas formas de comunicación.

 
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