Don Iago Aspas Juncal

Vigo

Los que daban por muerto a Iago Aspas estaban muy equivocados. Querían jubilarlo antes de tiempo y querían dosificarlo (sólo él puede hacerlo) y lo único que pedía Iago a gritos era libertad. Esa que lo convierte en un futbolista diferencial y diferente. Esa que le permite seguir, camino de los 37 años, marcando hitos en su club y ser eterno.

La primera vuelta fue discreta en números, pero no en influencia en el juego y en participación en goles. Sólo marcó dos e incluso fue suplente en varias ocasiones con Benítez. Ahora vuelve a brillar de la mano de Claudio y recupera su mejor versión. Sus números son buenos. El de Moaña suma 7 goles y 8 asistencias. El el partido ante la UD Las Palmas fue el mejor. Marcó dos tantos y otras dos asistencias y sigue brillando con luz propia.

El de Moaña reconoce que la llegada de Claudio Giráldez ha sido un soplo de aire fresco para el equipo. “Es un entrenador joven, que tiene las ideas claras, siempre lo ha tenido claro desde que ya trabaja en categorías inferiores y en el filial. Le gusta morir matando, si tiene que perder que sea así, teniendo el balón, jugando en campo contrario y tomando riesgos. Este es el Celta que queremos ver".

La charla del de O Porriño fue fundamental para la segunda parte que se vivió en Balaídos. “En los primeros minutos no hemos interpretado lo que quería el míster en la presión de ellos, se pusieron por delante y corríamos como pollos sin cabeza. Pero el empate nos dio aire, mejoramos y luego tuvimos dos o tres ocasiones muy claras para hacer antes el 3-1 antes de que llegara el tanto de Douvikas”,