La Milagrosa, el "Soho" lucense al que cada vez se suman más artistas

Lugo

La Milagrosa respira arte. Y no es para menos. Cada día son más los lucenses que apuestan por hacer de este barrio un lugar desde el aportar su pequeño grano de arena a la difusión cultural. Un ejemplo de ellos es la lucense Alba López, quien en su propio barrio ha abierto una galería de arte: 'Néboa'.

Con exposiciones rotatorias, este pequeño local lleva menos de un año con vida y su propietaria no puede estar más feliz de haberse embarcado en esta aventura en su propio barrio. "En la Milagrosa cada vez vamos respirando más ambiente cultural, esto cada vez más se parece al Soho", bromea y añade que ese lugar "siempre se valoró muy positivamente el arte. Aquí estaba el estudio de todo un referente lucense como Paco Pestana".

La artista Sabela Eiriz es quien protagonizará la exposición que arranca este mismo viernes a las siete de la tarde. Bajo el título 'Un lugar desprazado coma o meu corpo', la fotografía se convierte en el epicentro del relato audiovisual.

“Digo 'lugar' y estoy mintiendo, porque este sitio no existe. Este limbo (qué ni es urbanita ni es rural) se ubica en una nota al margen que pasa desapercibida en la lectura. No existe en los mapas porque se refleja en los cuerpos: es la tercera orilla de un riachuelo artificial, en medio del medio. Tampoco hay ubicación temporal: quedamos suspendidas en un retorno eterno, en la busca perenne de un hueco en la vida. Un vistazo o un reflejo se dilatan en la imagen, como si habían estado esperando pacientemente la que alguien venga y las mire, la que alguien las vea”, con esta reflexión de la artista comienza todo el recorrido por esta pequeña y elegante sala de exposiciones.

Sabela Eiriz es una artista lucense, multidisciplinar. que trabaja fundamentalmente con la fotografía, la escritura y el vídeo, con un lenguaje basado en la poética, en las posibilidades expresivas de las imágenes y en la hibridación de formas y formatos. En su trabajo, combina una aproximación conceptual con un hábito contemplativo, entrelazando experiencia, pensamiento y emoción. La memoria, el tiempo, la identidad, así como la metarreflexión sobre la imagen y los procesos creativos, son protagonistas habituales nos sus proyectos.